Figurar en el padrón resulta vital para que un ciudadano pueda beneficiarse de los servicios que ofrecen las instituciones. Es la llave que abre esa puerta, pero los inmigrantes sin papeles tienen muy complicado acceder al padrón. El titular del Ararteko, Iñigo Lamarca, criticó ayer la “exclusión social” en que viven los extranjeros que no pueden empadronarse y advirtió de que se están conculcando sus derechos.

Básicamente, las causas que dificultan el acceso al padrón pueden dividirse en dos grupos: de un lado la carencia de una vivienda en la que registrase; de otro, la falta de documentación. El ararteko resaltó ayer la “gravedad” de esta situación, ya que los inmigrantes sin papeles que no figuran en el listado municipal se encuentran en una especie de “limbo jurídico”. Lamarca aprovechó la presentación de un libro que explica cómo afecta a los extranjeros en situación irregular no figurar en el padrón para instar a los ayuntamientos a que se vuelquen con los empadronamientos.

Es como una pescadilla que se muerde la cola: sin papeles no hay padrón y sin éste no hay acceso a los servicios de protección social, como la renta básica, ayudas de emergencia social o subvenciones para alquilar un piso. Todo ello conlleva importantes obstáculos en su proceso de integración, que es su aspiración y la de las instituciones en general.

El trabajo es fruto de la beca de investigación que el Ararteko concedió a José Zarautz. El autor del libro resaltó que los inmigrantes en situación irregular lo tienen muy difícil, y en ocasiones imposible, para conseguir un pasaporte con el que empadronarse. De esta situación derivan “casos graves” de exclusión social. “Las instituciones deben actuar con rapidez, ya que la población inmigrante cada vez es más grande y los problemas pueden agravarse en los próximos años”.

Lamarca destacó que el padrón es una herramienta necesaria para reflejar la población de los municipios, pero también de protección de los derechos básicos de los residentes. “Resulta inadmisible que la población extranjera ilegal viva carente de ellos”, destacó.

En su libro, Zarautz ha reunido diferentes propuestas prácticas para facilitar el empadronamiento de este colectivo, algunas de las cuales ya se han puesto en marcha en varios municipios. Por ejemplo, apuntarse con efectos retroactivos, que permite retrotraer la fecha del alta al momento en que la persona se instaló en el municipio. También figura el empadronamiento ficticio o social, que permite apuntarse a las personas que carecen de vivienda en los servicios sociales o en las entidades que se encargan de su atención.