Niños y jóvenes pidieron respeto para los ‘sin papeles’

El Universo, CUENCA, 06-10-2007

Alumnos de planteles educativos marcharon en Cuenca en respaldo de los inmigrantes.

Solidarizarse con los ecuatorianos que residen en el exterior sin papeles en regla, especialmente en Estados Unidos y que esta semana fueron perseguidos en redadas para ser deportados, fue uno de los fines de la Marcha por los Derechos de los Migrantes y sus familias.

Pero también hubo un pedido de jóvenes y niños que desfilaron con pancartas, globos y bandas de música “No más migración, aquí sí se puede”, aparecía en uno de los carteles que portaba Mayra Jara, alumna del colegio Febres Cordero.

Más de 20 escuelas y colegios públicos y privados, y centros de desarrollo infantil municipal, rechazaron las redadas en EE.UU., pero estuvieron ausentes las organizaciones de familiares de emigrantes.

Solo Lourdes Pérez, Inés Llano y Dolores Chaca representaron a la Asociación 13 de Agosto. “No hubo tiempo para convocar a los asociados que residen en sectores distantes de toda la provincia”, justificó Pérez, madre de Cristian Ortiz, desaparecido en aguas colombianas en agosto del 2005.

Llano, por su parte, rechazó la violencia con que otros estados persiguen a migrantes que a su entender son la fuerza laboral que ayuda al desarrollo de los países.

“Ecuador ayuda a peruanos y colombianos que vienen a trabajar aquí y por qué nuestros familiares no pueden tener esos derechos en otras partes”, inquirió Dolores Chaca, quien perdió a su hija y su yerno en la misma tragedia.

Pero la marcha, que fue convocada por la Dirección de Desarrollo Social de la Municipalidad de Cuenca, tuvo otra razón: la de los jóvenes y niños que piden a sus padres no emigrar. “Aquí sí se puede, no emigres”, fue parte del mensaje del colegio Febres Cordero. Alicia Gutiérrez, alumna, dijo que en su plantel se impulsa en los jóvenes el deseo de superarse para servir mejor al Ecuador y tener mejores oportunidades.

“Es que cuando los padres se van puede mejorar la situación económica de sus hogares, pero afecta en forma negativa la identidad de los niños y jóvenes, se sienten solos y sin protección”, dijo Fernanda Rosas, profesora del Centro de Desarrollo Infantil El Arenal.

También la escuela Huayna Cápac reflexionó sobre la situación de niños y jóvenes hijos de emigrantes. “Cuando ustedes están (papás) tenemos confianza, ternura, alegría. Pero la migración nos causa dolor, inseguridad, ansiedad”, decía una de sus pancartas.

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