El Ayuntamiento de Tortosa ha puesto en práctica esta semana un endurecimiento de los requisitos necesarios para empadronarse. El objetivo de la medida es acabar con la proliferación de los pisos patera detectados por los cuerpos policiales, especialmente, en el casco antiguo.
A partir de ahora, quien quiera inscribirse en el padrón municipal deberá aportar una nota simple del registro de la propiedad con un máximo de tres meses de antigüedad en caso de ser propietario del inmueble, o bien, si es inquilino, una copia del contrato de alquiler registrado por la cámara de la propiedad urbana o por entidades financieras. Para que el expediente prospere deberá completarse con la cédula de habitabilidad, con el fin de certificar que el número máximo de personas a residir en el inmueble no se sobrepasa.

PRÁCTICAS DELICTIVAS
El alcalde convergente, Ferran Bel, advirtió de que, a partir de ahora, el gobierno municipal “será contundente e intolerante con ciertas situaciones de explotación absolutamente inadmisibles”. El edil se refería a la detección de prácticas delictivas en las últimas semanas, consistentes en empadronar a decenas de personas inmigrantes en un mismo piso a cambio del pago de diversas cantidades.
El ayuntamiento ha identificado la existencia de al menos un centenar de viviendas en las que están empadronadas más de diez personas. La mayoría se encuentran en el núcleo antiguo, pero también en los barrios de Remolins, Ferreries y el Temple. Cada uno de estos casos será estudiado para comprobar si hay alguna irregularidad.