La fábrica almeriense en la que murieron dos mujeres carecía de plan de evacuación

El País, M. J. LÓPEZ DÍAZ, 06-10-2007

La fábrica de perfumes Briséis S. A. de Benahadux (Almería) que quedó arrasada tras un incendio por un fallo en sus instalaciones a principios de septiembre carecía de un plan de evacuación para sus trabajadores. CC OO y UGT denunciaron ayer, durante el minuto de silencio celebrado en memoria de la segunda trabajadora fallecida el miércoles en el Hospital Carlos Haya de Málaga, que la empresa de productos químicos nunca había practicado un simulacro y que los trabajadores tuvieron que “saltar” para poder salvarse. Los sindicatos se personarán como acusación popular en el juicio por el accidente que ha costado la vida, por el momento, a dos personas.

Julia Margarita Miranda (50 años), de nacionalidad ecuatoriana y madre de cinco hijos, se convirtió el miércoles en la segunda víctima mortal tras la explosión ocurrida en la fábrica el 5 de septiembre. La mujer llevaba dos años trabajando allí “subcontratada” a través de una empresa de trabajo temporal y, en principio, será Briséis quien se encargue de la repatriación del cadáver a Ecuador. Con éste, son ya 24 los fallecidos en el tajo en la provincia de Almería en lo que va de año, a lo que se suman los 67 accidentes graves. CC OO y UGT manifestaron ayer que Briséis no contaba con ningún tipo de sistema de prevención, que los trabajadores carecían de la formación – no sólo los subcontratados, sino también los de plantilla – en materia de riesgos laborales y que, por tanto, la responsabilidad del accidente debe recaer “por completo” en la empresa. “Era un verdadero desastre, los trabajadores recogían el alcohol con fregonas, no había sistema de extinción, entre otras graves deficiencias”, explicó Jerónima Hervás, secretaria provincial de salud laboral de CC OO.

Tanto Hervás como su homólogo de UGT, Juan José Martínez, coincidieron en que la investigación de ambas organizaciones sobre el desarrollo del siniestro apunta que el plan de prevención de riesgos laborales existía “sólo como un mero documento”.

“Trabajaban con un material muy peligroso y se ha demostrado. Una simple fuga de alcohol ha destruido la fábrica por completo. Por lo tanto, el riesgo era evidente y la empresa no ha puesto los medios a su alcance para prevenir lo que por desgracia ha sucedido. La única formación que han recibido es darle a este botón y darle a este otro botón. Nada más”, remachó Martínez.

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