La falta de médicos en los hospitales y los centros de salud es un hecho frecuente. Esta situación, que va en aumento, se da en todas las especialidades, pero con una especial incidencia en las de medicina de familia (atención primaria), urgencias, pediatría y anestesiología. Los problemas son mayores en los hospitales y centros de salud del interior o de zonas marginadas, según afirmó ayer el presidente del Colegio de Médicos de Málaga, Juan José Sánchez Luque.

Si no se adoptan medidas urgentes y eficaces, en los próximos diez años habrá problemas en muchas especialidades al jubilarse los facultativos y no estar garantizado el relevo generacional. Un médico tarda en formarse más de diez años, por lo que es necesario planificar el futuro con mucha antelación para poder tener la seguridad de que no habrá desfases en las plantillas.

Para Sánchez Luque, hay que dotar a las universidades con mayores recursos económicos para que puedan afrontar con solvencia la formación de los futuros médicos. Igualmente, abogó por lograr una dignificación profesional que acabe con las discriminaciones y los agravios entre las comunidades autónomas, lo que evitaría que muchos médicos andaluces emigrasen a otras autonomías con mejores condiciones laborales.

Aumento de foráneos

Ante la falta de facultativos españoles, se recurre cada vez más a la contratación de profesionales extranjeros. El número de médicos de otras naciones que trabajan en Málaga se ha multiplicado por seis si se comparan los 131 que había en 1984 con los 775 que hay colegiados ahora, lo que representa el 12,3% del total de inscritos. Ese aumento ya era importante en 1997, cuando había colegiados 367 doctores provenientes de otros países.

Por nacionalidades, en el caso de Hispanoamérica, la mayoría de los profesionales proceden de Argentina, Cuba y Colombia, y, en el ámbito de Europa, vienen de Alemania, Francia, Finlandia e Inglaterra. El Colegio de Médicos va a poner en marcha una serie de cursos de formación para profesionales extranjeros con la finalidad de que aprendan el español y se les explique la forma de trabajo en la sanidad andaluza. Del total de facultativos colegiados en Málaga, 5.500 son españoles, 4.906 se han formado en Andalucía y 2.934 lo han hecho en Málaga, dijo Sánchez Luque.

A la escasez de facultativos, el sistema sanitario público andaluz se enfrenta también al paulatino envejecimiento de las plantillas de profesionales de la medicina. La edad media de los médicos que trabajan en Málaga es de 49,04 años, y la de las médicas es de 42,37 años. Por especialidades, las más envejecidas son las de medicina interna (53,54 años de media), pediatría (53,19 años), cirugía general y digestiva (52,46 años), traumatología (51,49 años) y anestesiología (51,46 años).

Por otro lado, la presencia femenina es cada vez mayor entre los profesionales de la medicina. En estos momentos, cuatro de cada diez médicos que ejercen en la provincia de Málaga son mujeres. De los 6.284 facultativos colegiados, 2.367 son féminas, es decir, un 38% del total.

El crecimiento de doctoras ha ido en progresivo aumento. Así, en octubre de 1990 las médicas que trabajaban en Málaga representaban el 23%. En enero de 1997 esa cifra se había elevado al 28% y en septiembre de 2007 ya llegaba al 38%. Las perspectivas pasan por que el porcentaje crezca mucho más próximamente, porque que hay muchas mujeres en la carrera de medicina y formándose en los hospitales como médicas internas residentes (MIR). De ese modo, sólo con que se mantenga el crecimiento registrado de 1997 a 2007, en diez años se habrá equilibrado el porcentaje entre facultativos y facultativas. La presencia femenina se reparte por todas las especialidades, con una especial incidencia en medicina de familia y pediatría.