reacciones ante el caso de gerona

El debate sobre la conveniencia de llevar o no pañuelo islámico en las escuelas españolas se ha abierto con el caso de Shaima, la niña musulmana que estuvo una semana sin ir a clase porque la escuela pública Annexa – Joan Puigvert, de Gerona, no le permitía entrar con el hiyab, siguiendo las normas internas del centro. Hace dos días, Shaima volvió a su clase de tercero de primaria, después de que Educación exigiera al colegio que la readmitiera. Tanto en el plano político como en el del tejido asociativo las reacciones no se han hecho esperar.

El consejero catalán de Educación, Ernest Maragall, reafirmaba esta decisión de readmitir a la niña declarando que «el derecho de escolarización es lo primero» y que se puede conseguir «un nivel de convivencia, de respeto y de resultados positivos sin necesidad de reglamentos, imposiciones ni ninguna regulación específica». Maragall rechazaba la petición de Artur Mas, que proponía una normativa que uniformice los criterios sobre este asunto para los centros públicos.

Para el convergente, el uso del paPara el convergente el uso del pañuelo puede «aislar» a las alumnas musulmanas y crear «división». Artur Mas hacía un guiño a la escuela pública de Gerona recordando a la Generalitat que ésta «tiene la obligación de proteger a las escuelas y maestros» del sistema educativo público, de manera que si una escuela tiene un reglamento interno que prohíbe el uso de determinados símbolos, «esta norma debe ser respetada».

Sin embargo, desde la Federación de Asociaciones de Padres y Alumnos de Cataluña (Fapac) pidieron que las escuelas sean permisivas y que consideren el pañuelo con el que van ataviadas algunas alumnas musulmanas como «una parte indumentaria de una cultura» más de las que conviven en nuestro país.

Mercedes Cabrera

La misma línea de la Fapac fue seguida por la Ministra de Educación, Mercedes Cabrera, que defendió que en este caso de la niña musulmana deben manejarse criterios de «flexibilidad, tolerancia y atención a situaciones concretas». Además señaló que «los centros escolares son espacios de convivencia y tolerancia y esto lo saben y lo practican los maestros, los profesores y los centros de mantenimiento y confío en su criterio».

El portavoz del Consejo Islámico Cultural de Cataluña, Mohamed Halhuul, aplaudía ayer tanto la decisión de la Generalitat de readmitir a la alumna musulmana, como de la familia de insistir en que la niña volviese al colegio, porque «el derecho a la educación es primordial y no se debe jugar con los estudios de la niña». «Esto es un caso anómalo», se afirmó desde el Consejo islámico, para añadir que «no se debe sacarle más polémica».