BULEVAR

'La vida de los otros', Cristina Peri Rossi y el armario catalán

El Mundo, IVAN TUBAU, 01-10-2007

La vida de los otros, Oscar a la mejor película extranjera en 2006, se ha pasado muchos meses en la cartelera barcelonesa (está aún el Alexandra) y encabezando el ranking de la crítica. Se desarrolla en Berlín Oriental en 1984, última etapa de la dictadura comunista, y muestra el control ejercido por la policía secreta, la Stasi, sobre los intelectuales y artistas.


No extrapolaré, no exageraré. Cataluña forma parte de una monarquía parlamentaria, no de una dictadura comunista o franquista. No encarcelan por desafección al Régimen como en Cuba, la policía política no mata a los disidentes como hacía la PIDE portuguesa.No obstante – lo ha evidenciado estos días el despido de Cristina Peri Rossi como tertuliana de Catalunya Ràdio por hablar en castellano – es imposible que quienes viven de sus trabajos intelectuales o artísticos no hayan percibido una inquietante similitud, por lo menos en un aspecto, entre aquellos regímenes y el totalitarismo nacionalista que señorea en Cataluña. ¿Que peor era el franquismo? Sin duda: aquello se impuso por las armas y esto lo han – me resisto a poner hemos – elegido democráticamente. ¿Habría que añadir que como los alemanes a Hitler en su día?


El aspecto al que aludo combina ley del silencio, reducción al silencio, silenciamiento, disimulo y ocultación forzada del pensamiento.Quienes se ganan la vida escribiendo, hablando, interpretando, dirigiendo teatro, cine o televisión (pintar o tocar el chelo es menos peligroso), no suelen ser funcionarios: su vida depende de que les vayan dando trabajo. Quienes pueden dárselo pertenecen por convicción, necesidad u oportunismo al omnipresente PUC (Partit Unic Catalanista). No les llamarán si lo que hacen lo hacen en castellano. No les darán una subvención. No les incluirán en las nomenklaturas. Incluso a aquellos que hablan catalán como ya quisiera Montilla les reducirán al silencio, al ostracismo – a la miseria o en el mejor de los casos a la marginación silenciadasi se muestran o se han mostrado críticos con el PUC.


A raíz del asunto Cristina, bastantes personas del mundo intelectual o artístico, algunas muy sobresalientes, se han dirigido a mí – estoy entre quienes llevan el gorro cascabelero de los oficialmente apestados – para decirme que están hartos de esta situación pero callan y disimulan, como los gays en el franquismo, porque en ello les va el condumio y el poder ejercer sin exiliarse un oficio que es su vida. Añaden que por fin han podido votar – por Ciutadans, aclaran, gracias a que el voto es secreto – pero que se mueren de ganas de salir del armario por fin.


Nos salvará la inmigración, les digo, como cuando yo era niño.Cuando Cataluña logró sobrevivir gracias a los murcianos. Ahora, con pacientes colombianos y médicos chilenos (los autóctonos no dan abasto), el sueño hegemónico catalán evidencia su inviabilidad absoluta. Cuando acabe la pesadilla y salgan del armario los que ahora callan, haremos una gran milonga. Algunos incluso cantaremos en catalán, la lengua de mi madre.


ivan.tubau@uab.es

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