Sucesos

Un violador cruel y despiadado

El Mundo, LUIS F. DURAN, 28-09-2007

El cabecilla de la banda que violaba a jóvenes en el Parque del Oeste es un joven boliviano de carácter frío y de vida desordenada. No estudiaba ni trabajaba. Acariciaba la cara de sus víctimas y las pinchaba en el cuello Frío, joven, calculador y sin escrúpulos. El cabecilla de la banda detenida por violar a jóvenes en el parque del Oeste tenía sólo 18 años y frecuentaba el parque de Aluche. Era boliviano y contaba con numerosos antecedentes penales, muchos de ellos siendo menor de edad. Llevaba más de diez años viviendo en España y no pertenecía a ninguna banda latina. De mirada profunda y calculador, se trataba de un joven de vida desordenada. Se llama César U. Q. y pasaba largas temporadas fuera de la casa de sus padres. Ahora no estudiaba ni trabajaba.


Junto al cerebro de la banda han sido detenidas otras ocho personas de nacionalidad colombiana y ecuatoriana acusados de cuatro violaciones, 11 robos con violencia e intimidación y dos delitos de lesiones cometidos contra siete parejas.


El jefe de la banda y cuatro de sus compinches está ya en prisión. El resto en libertad con cargos. De acuerdo con las primeras pesquisas César era el único que violaba a las chicas en compañía de sus compinches. Sin embargo, se ha imputado a varios de los encarcelados un delito de agresión sexual por apoyar a su líder. Las propias víctimas explicaron a la Policía que mientras eran violadas estaban siendo vigiladas por otras personas. La banda siempre abordaba a parejas jóvenes de 18 a 25 años que frecuentaban un arroyo del parque del Oeste cercano al Intercambiador de Moncloa. Mientras el chico era intimidado con un arma blanca, la mujer era violada y vejada. «El detenido insultaba, amenazaba y humillaba», explicó la responsable del SAM (Servicio de Atención a la Mujer) de la Brigada de Policía Judicial. «Registraban a la pareja, le sustraían lo que llevaban. Principalmente les robaban el móvil, dinero y las tarjetas de crédito. Incluso en alguna ocasión les obligaron a darles el código secreto», según la jefa de sección del SAM.


En al menos tres casos el acompañante de la víctima vivió una situación degradante. Era obligado a tumbarse en el suelo y servir de colchón para que el cabecilla violase a su pareja. «Los chicos quedaban inmóviles y aterrados. Ahora están todos traumatizados y muy mal emocionalmente y con un sentimiento de culpa ya que eran amenazados de muerte y sentían que sí se revolvían podían ser acuchillados», explicó el mando policial. «Creo que estos chicos no tienen que sentirse culpables. Su reacción fue la más prudente».


Según la Policía, el presunto violador «interactuaba mucho con sus víctimas. Les preguntaba por sus vida sexual, estudios, actividades e incluso contaba datos suyos personales a la joven de la que abusaba que posteriormente se ha comprobado que eran ciertos».


Según informaron fuentes de Policía Nacional, se trata de un boliviano de aspecto «muy joven, muy frío, con una mirada muy fría».


A juicio de la Brigada de Policía, el grupo no pertenece a ninguna banda latina, no dispone de organización fijada y no actuaba contra un colectivo en concreto. La banda de delincuentes era conocida en un parque de Aluche donde hacían botellón.


La primera denuncia se presentó el pasado 16 de agosto de este año. Una pareja de novios se encontraba a primera hora de la noche en el Parque del Oeste, concretamente en una zona cercana al intercambiador de transportes de Moncloa. Charlaban sobre el césped cuando fueron asaltados por un individuo que les amenazó con un arma blanca, que les robó dinero, varios móviles y otros efectos personales.


A este hecho le siguieron otros seis: en tres de ellos hubo agresión sexual; en dos, lesiones y, en todos, robo con violencia o intimidación. El grupo actuaba cada 10 días, aunque cometía robos con más periodicidad.


El Grupo III de la Brigada de Policía Judicial de Madrid dedicada a perseguir delitos sexuales, SAM, inició las investigaciones tras recibir la primera denuncia, dos días después del primer suceso. A continuación, los agentes constataron un mismo modus operandi, los delitos se cometían en la misma franja horaria y el agresor respondía a las mismas característica físicas. Actuaba a cara descubierta aunque llevaba una sudadera con una capucha. Otro dato destacado fue el incremento sucesivo de violencia en los delitos y la vejación contra las víctimas.


Dispositivo de vigilancia


En colaboración con las comisaría de Moncloa – Aravaca, los agentes del SAM localizaron a un sospechoso cuyos rasgos coincidían con los del agresor sexual denunciado. Se estableció un dispositivo de vigilancia en el parque. No obstante, el agresor pudo eludir esta seguridad por las extensas dimensiones del parque y cometer más delitos hasta el 22 de septiembre.


Finalmente, las investigaciones policiales dieron su fruto y los agentes lograron conocer la identidad del grupo de delincuentes, que se reunía con regularidad. Residían mayoritariamente en el barrio de La Latina y se congregaban en un Parque de Aluche. En la operación colaboraron los agentes del grupo Centauros de la Brigada de Seguridad Ciudadana. Las investigaciones del caso prosiguen ya que no se descarta que el supuesto violador esté implicado en más agresiones sexuales cometidas este año en la región. «Es posible que desde el momento que se dé trascendencia a estos hechos aparezcan nuevos casos», agregó la responsable del SAM.


DOS PAREJAS ESCAPARON HERIDAS


Dos de la siete parejas que fueron atacadas por esta banda evitaron la violación aunque sufrieron lesiones, según explicó ayer la Policía. La penúltima agresión ocurrió el jueves de la semana pasada y la última en la madrugada del viernes.


En ambos casos los chicos se resistieron y las jóvenes se enfrentaron verbalmente, lo que provocó que el presunto violador se revolviese y acuchillase a los dos chicos en los antebrazos y las manos. «Eso nos demuestra que aunque se evitó una agresión sexual este individuo atacaba en el momento que encontraba resistencia. A pesar de todo no pudieron impedir que les robasen varios objetos personales.


El cabecilla intimidaba con arma blanca a las jóvenes, insultaba a las víctimas, acariciaba la cara y el cuerpo de las chicas, las pinchaba en el cuello y en el costado de las chicas, las humillaba y empleaba contra ellas un lenguaje muy hostil y soez.


Según fuentes policiales, el autor principal de los hechos es un «violador en serie» que fue progresivamente escalando en su nivel de violencia, «no dudando, en caso de resistencia, a utilizar cuchillos y otras armas.


EL PERFIL DEL DETENIDO


1. Frío y calculador. César U. Q., el joven boliviano de 18 años acusado de las violaciones, era un chico de mirada profunda, de carácter frío y de vida desordenada.


2. Rapero. No pertenecía a ninguna banda y vestía ropa ancha y con aspecto de ser seguidor de la música hip – hop. El presunto violador no trabajaba ni estudiaba.


3. Desarraigado. Acudía a casa de sus padres cada dos o tres días. Era el cabecilla del grupo e imponía su autoridad. Paraba con sus amigos en el barrio de Carabanchel.


4. Numerosos antecedentes. El delincuente cumplió el pasado mes de enero 18 años. Ha sido detenido en dos ocasiones siendo mayor de edad y cuatro veces cuando era menor.


5. Muy agresivo. Utilizaba navajas y cuchillos, insultaba a las víctimas, acariciaba la cara y el cuerpo de las chicas, las pinchaba en el cuello y el costado y empleaba un lenguaje muy hostil.

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