Desde el uno de enero de 2006 hasta el 21 de agosto de 2007 han fallecido en aguas del Atlántico un total de 1.260 inmigrantes. Es la estimación realizada por el Centro de Coordinación Regional de Canarias (CCRC) que desde octubre de 2006 se encarga de centralizar todas las actuaciones contra la inmigración irregular.

En 2006, el mar se tragó a 983 personas, aunque tan sólo pudieron ser certificadas 24 muertes, en 2007 la cifra es sensiblemente menor, 277, 22 de ellas confirmadas. El general de la Guardia Civil, Cándido Cardiel, expuso estos datos en una jornada en la que se abrieron las puertas del Centro de Coordinación Regional de Canarias (CCRC), situado en la capital grancanaria, y que tiene la misión de lograr un mejor empleo de los medios dispuestos por el Estado para impedir la salida y la llegada inadvertida de cayucos y pateras.

Cardiel, que en breve será sustituido por el general Francisco Gavila, explicó que la Guardia Civil, con la colaboración de la Agencia Europea de Control de Fronteras Exteriores (Frontex), ha conseguido frenar en África el 40% de las embarcaciones que han intentado llegar a Canarias. Sin embargo, no dudó en exponer los problemas a los que se enfrenta el dispositivo desplegado en África para luchar contra la inmigración. El primero de ellos es la enorme extensión de agua que se ha de cubrir. «Los medios para controlar la frontera marítima siempre serán escasos», indicó Cardiel.

El segundo de los obstáculos es «la controversia entre los conceptos de naúfrago e inmigrante», señaló Cardiel. La Guardia Civil se enfrenta ante la tesitura de si se ha de tratar a los ocupantes de los cayucos como naúfragos necesitados de ayuda o como inmigrantes irregulares que intentan burlar los controles para acceder ilegalmente en un país soberano por lo que serían «naúfragos maliciosos». Ante esta situación, Cardiel solicitó la adecuación del derecho internacional para buscar una solución a este conflicto. Al mismo tiempo, subrayó que la Unión Europea está trabajando en ello.

Aparte del despliegue de fuerzas españolas y Frontex en aguas africanas, en Canarias se encuentra un dispositivo nacional de dotaciones aeromarítimas denominado Noble centinela. Este dispositivo es, según señaló Cardiel, «el embrión de lo que en el futuro será el Centro Regional de Vigilancia de Fronteras Marítimas del Atlántico Sur de la Guardia Civil». Según destacó Cardiel, está a punto de salir una orden ministerial para un sistema de centros de vigilancia de fronteras marítimas para que la Guardia Civil pueda efectuar el control de costas y fronteras. La base de estos centros se situará en Madrid mientras que los centros regionales se encontrarán en Valencia (Mediterráneo), Algeciras (Estrecho de Gibraltar), La Coruña (Atlántico norte) y Las Palmas de Gran Canaria (Atlántico sur).