conflicto en un barrio de bilbao

Azkuna fuerza una reunión con Iniciativa Gitana para devolver la calma a Otxarkoaga

Los vecinos y comerciantes se van a manifestar mañana en protesta por la situación de inseguridad.

Deia, Olga Sáez, 26-09-2007

bilbao. El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, acompañado por los concejales de Seguridad Ciudadana, Eduardo Maiz, y Bienestar Social, Ricardo Barkala, mantuvieron ayer una reunión con Jesús Jiménez, que en un tiempo trabajó como mediador del colectivo gitano; Tito Borja, presidente de Iniciativa Gitana, y el Pastor de la Iglesia Evangelista en Bizkaia para devolver la calma al barrio de Otxarkoaga. Vecinos y comerciantes se manifestarán mañana en protesta por la situación que a su juicio están originando una serie de familias conflictivas que viven en este barrio.

La situación no es nueva aunque en las últimas semanas se ha tensionado por un desafortunado percance. Un comerciante creyó que un niño de una de estas familias le estaba robando y le dio una bofetada tras lo cual apareció en el comercio la familia del pequeño amenazando al comerciante, según cuentan los vecinos. Aquel día, un fuerte dispositivo policial, Ertzaintza y Policía Municipal, evitó que se produjeran incidentes, pero desde entonces el propietario del establecimiento y su familia “viven atemorizados”, señaló ayer a este periódico Abel Charcán, presidente de la asociación de comerciantes de Otxarkoaga. “No se atreven ni a salir de casa”, añadió.

El lunes, los vecinos anunciaron un parón y una manifestación en señal de repulsa, “hay demasiadas familias conflictivas que no tienen normas, sólo derechos”, denunciaron. El alcalde, Iñaki Azkuna, junto a los concejales de Seguridad Ciudadana, Eduardo Maiz, y Bienestar Social, Ricardo Barcala, mantuvieron horas después una reunión de urgencia con vecinos y tenderos. “Nos dijo que habría más vigilancia”, reveló Abel Charcán.

Tras conocer de primera mano la versión de los comerciantes, Azkuna ha querido este vez hablar con Tito Borja, presidente de Iniciativa Gitana, un hombre que conoce bien este mundo y que ha colaborado con el Ayuntamiento en otras ocasiones. El máximo responsable de uno de los colectivos que representa a esta etnia ha acudido a la entrevista con Jesús Jiménez, hombre que en su día trabajó como mediador para el Ayuntamiento en situaciones conflictivas y que además es vecino de Otxarkoaga, ya que Tito, aún conociendo bien esta realidad, es de Bilbao la Vieja por lo que entendía que sería conveniente alguien del barrio.

Además, también han contado con el apoyo del Pastor de la Iglesia Evangelista de Otxarkoaga. Según le informó al alcalde, este colectivo tiene bastante relación con esta iglesia por lo que podría ser un elemento importante en estos momentos para restablecer la calma.

En el encuentro de ayer a las siete de la tarde acudieron los representantes mencionados y ambas partes abordaron los últimos acontecimientos y la forma de reconducir la situación.

El Ayuntamiento cree que las familias que están generando los conflictos tienen que ser conscientes de que reciben prestaciones sociales, por ejemplo. Según ha podido saber DEIA de fuentes cercanas al encuentro, Azkuna está dispuesto a endurecer no sólo las medidas de vigilancia sino también todo tipo de controles, advertencia que los representantes de Iniciativa Gitana trasladarán a las familias objeto de polémica.

Los afectados dicen que los últimos incidentes sólo son la gota que colma el vaso. Se quejan de la impunidad con la que se comportan estas familias que amenazan e insultan a los vecinos del barrio.

El presidente de los comerciantes, Abel Charcán, aseguraba que “hay personas que no saben convivir. Tienen sus derechos pero no cumplen con sus deberes”. No saben qué medidas deben implantarse pero apelan al Ayuntamiento para que busque una solución que no pase por más policía únicamente.

El problema que se plantea en Otxarkoaga es multidisciplinar. Se juntan los problemas de seguridad ciudadana con la droga, la difícil convivencia con familias conflictivas, la falta de escolarización de los niños, la infravivienda, y hasta los accesos.

Por ello, la solución también deberá venir del trabajo conjunto entre las distintas áreas municipales opinan desde el Consistorio bilbaino. Los vecinos de Otxarkoaga no quieren revivir el fantasma de los años 80 cuando tuvieron que organizarse patrullas ciudadanas para vigilar las zonas más conflictivas.

“Afortunadamente las cosas han cambiado mucho”, reconoce Charcán. “Había graves problemas de droga y delincuencia que aunque ahora sigue existiendo va desapareciendo poco a poco”. “Ni por asomo estamos en esa situación”.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)