comunidad valenciana

La soledad de una cámara frigorífica

El cadáver del inmigrante rumano que se quemó a lo bonzo en Castellónlleva seis días en el Instituto de Medicina Legal sin que nadie lo reclame

Las Provincias, A. G. R., 25-09-2007

El cadáver del inmigrante rumano que se quemó a lo bonzo en Castellónlleva seis días en el Instituto de Medicina Legal sin que nadie lo reclame Marian Mirita, el rumano que se quemó a lo bonzo en Castellón, sufrió un auténtico calvario en vida. Fue engañado por un compatriota y ninguneado por las asociaciones a las que pidió ayuda. Luego pasó 15 días en el Hospital la Fe mientras alargaba su cita con la muerte que, por la gravedad de las heridas, parecía ineludible.

Ahora, una vez fallecido, tampoco logra descansar en paz. Su vida ha terminado, pero la desgracia todavía acompaña al cadáver. Mirita lleva seis días en el Instituto de Medicina Legal de Valencia “sin que nadie lo reclame”, indicaron fuentes de la Conselleria de Justicia. El mismo dinero del que careció en vida le sigue faltando a su familia tras su muerte.

El Instituto de Medicina Legal suele conservar el cuerpo alrededor de un mes como fecha máxima. A continuación, y si nadie lo reclama, se realiza un entierro de beneficencia en el Cementerio Municipal de Valencia.

Daniel Ionita, del Centro Cívico Rumano de Castellón, no duda que la repatriación se producirá, pero sí ignora cuándo. Dice que el Consulado General de Barcelona está trabajando en ello, pero todavía les falta reunir algo de dinero.

Ionita apuntó recientemente que la esposa de Mirian, que se marchó junto a sus hijos a Rumanía poco antes de la muerte de su esposo, puede tener ahora algún problema psicológico.

Ángela Plancsintar es la presidenta de la Asociación de Inmigrantes de Países del Este (Aipe), que también estaba colaborando con el Gobierno en la búsqueda de la familia del fallecido han abandonado ya esta labor.

La madre culpa a la suegra

La responsable de la entidad indicó que a través de una amiga habían localizado a la madre de Marian, quien en declaraciones a Telecinco culpó ayer a la mujer por darle la gasolina a su marido. Según han informado periódicos rumanos, el estado de salud de la compañera de Mirita es tan delicado que ha tenido que ingresar en un hospital. En Valencia ya sufrió un ataque de ansiedad.

Además, los mismos periódicos señalaron que una hermana del fallecido había pedido ser la tutora de los hijos.

Ángela añade que el problema para la repatriación es el dinero, ya que el Gobierno de su país no está obligado a costear estos trámites, que superan ampliamente los 4.000 euros. La presidenta de la asociación confía en que todos los trámites se resuelvan en unos días para que Mirita sea trasladado a su país.

La historia de este rumano de 44 años de edad, que llegó engañado a España con la promesa de un trabajo, no es un caso excepcional, aunque sí lo es el dramático final de quemarse a lo bonzo.

Fuentes del Ministerio de Exteriores explicaron que la repatriación es una cuestión que tiene que solucionar la embajada y la familia. Desde la Delegación del Gobierno puntualizaron en su día que su actuación será, una vez autorizado el traslado, enviar una unidad de la Policía Mortuoria Sanitaria para que se cumplan los requisitos.

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