Entre ellos hay cinco menores y embarcaron como polizones en Turquía, viajando una semana en pésimas condiciones de salubridad Pasaron una semana dentro de un contenedor elevado a varios metros de altura, viajando como polizones desde Turquía hasta Barcelona. El barco tenía bandera de conveniencia de las Islas Marshall, en el noreste de Australia, y la última escala que hizo antes de llegar a la Ciudad Condal fue en el puerto francés de Marsella. En su interior sólo había contenedores de mercancías, pero en uno de ellos viajaban quince inmigrantes «sin papeles», de nacionalidad palestina y, según lo que ellos han explicado, procedentes de la localidad de Gaza.

Efectivos de la Policía Nacional acudió al Muelle Príncipe España del puerto de Barcelona a las 3.20 horas de la madrugada de ayer, tras ser alertados por un empleado de las instalaciones de la presencia de un barco «patera». El empleado dio el toque de alarma tras escuchar varias voces y gritos que reclamaban auxilio procedentes de uno de los contenedor de mercancías, precintado desde el exterior y elevado a varios metros de altura dentro del buque.

Los inmigrantes, que según las primeras investigaciones se subieron al barco en Turquía – ese era el lugar del que constaba que partía el contenedor – sólo podían respirar por algunas rendijas de la estructura metálica. Así estuvieron toda una semana.

Una vez allí descubrieron a ocho hombres, dos mujeres y cinco menores de edad exhaustos y en evidente situación de debilidad causada por las precarias condiciones en las que habían viajado todos estos días. Una hora más tarde, sobre las 4.30, comenzaron a ser derivados a los hospitales Clínico, del Mar y Sant Joan de Déu de la ciudad. Uno a uno, a lo largo del día, fueron recibiendo el alta médica. Sólo uno de ellos tuvo que estar más tiempo hospitalizado a la espera de recibir unos análisis, pero por la tarde ninguno quedaba en el hospital.

Los inmigrantes que iban saliendo de los centros médicos volvían a ser trasladados al barco en el que llegaron, poniéndose a disposición de la empresa consignataria del mercante, Irem Kal Kavan, que es la que debe hacerse cargo de ellos, de acuerdo con las normas internacionales sobre la detección y traslado de polizones. Al tratarse de polizones no se les puede aplicar la Ley de Extranjería.

Este protocolo exige, además, que estas personas vuelvan al país en el que se supone que embarcaron, en este caso, a Turquía.Su barco zarpó ayer siguiendo esta normativa a las ocho de la tarde, rumbo a Estambul. Por otra parte, el mercante en el que llegaron proseguirá su ruta tal y como estaba prevista, hacia el Reino Unido, tras resolverse el incidente.

La Policía Nacional, que ha asumido la investigación del caso por tratarse de un asunto de inmigración irregular, solicitó a los Mossos d’Esquadra que actuasen como refuerzo en la operación, enviando efectivos hasta el muelle. También se desplazaron al lugar agentes de la Policía Portuaria. La Policía comenzó a investigar ayer las circunstancias en las que embarcaron los inmigrantes, dónde lo hicieron realmente y cuál era su destino, ya que al parecer el barco sólo tenía previsto hacer una escala en el puerto de Barcelona.