Los veterinarios de España se reúnen estos días en la comarca ganadera de Carranza, en Vizcaya, para analizar los retos a los que se enfrenta la profesión. Organizado por el Colegio de Veterinarios de Vizcaya, el encuentro aborda con especial interés el reto sanitario que representan las enfermedades que ‘saltan’ de los animales al hombre. «Son muchas más de las que imagina la mayoría», advierte el presidente de la organización colegial, Juan José Badiola.

– ¿Qué conclusiones están obteniendo en esta reunión?

– Somos una profesión muy vocacional, pero tenemos que mejorar nuestra comunicación. Nos valoran con la medicina animal, pero muy pocos conocen que el 80% del control alimentario está en nuestras manos. Históricamente, hemos hecho cosas importantes, que se ignoran.

– Diga una, que se sepa.

– Hemos contribuido a que España pase de una ganadería minifundista a otra industrial y moderna. En los años ‘40, España tenía una alimentación de subsistencia y en los ’60 comenzó a disfrutar de una alimentación de calidad basada en las proteínas, carne y leche, y no tanto hidrato de carbono.

– ¿Y eso gracias a los veterinari0s?

– En parte. Ahora la gente dice ’Es que los pollos de ahora no son como los de antes’. ¿Claro! En los ’40 y ’50 se comía carne de pollo dos o tres veces al año. En la boda, la fiesta del pueblo y por Navidad. Eso que parece una tontería ha permitido que la población española crezca una media de 15 a 20 centímetros.

– Parece que cuanto más controles existen, más crisis alimentarias hay.

– La alimentación se ha sofisticado y la producción también. Al producir de modo industrial, aparecen nuevos retos sanitarios. Antes, la triquinosis era un problema de salud importante. Hoy, no tanto.

Viajar sin precauciones

- ¿La gripe aviar lo es?

– Sí, pero no es un problema alimentario, sino de salud animal. Puede haber una pandemia si en Asia se produce una mutación del virus. La OMS cree que es posible.

– ¿El riesgo sigue latente?

– Si a los ganaderos de los países asiáticos no se les da la certeza de que se les pagará por las cabezas que deban sacrificar, el riesgo seguirá vigente. La comunidad internacional tiene que entenderlo así.

– ¿Debemos temer la fiebre aftosa?

– Afortunadamente, ésta es una enfermedad que afecta sólo a los animales. La crisis británica debe entenderse como un caso aislado, que se ha resuelto muy bien.

– ¿Hay alguna amenaza que cierna sobre la salud pública sin que seamos conscientes de ella?

– A los veterinarios nos preocupan dos tipos de enfermedades: las que diezman las cabañas, como la fiebre aftosa y la lengua azul – cada vez más presente en España – ; y las transmisibles.

– ¿Habla de nuevas infecciones?

– El gran problema del mundo occidental, además de las infecciones ya conocidas, son las enfermedades transmisibles por vectores, por mosquitos.

– ¿Como la malaria?

– Enfermedades tropicales como la malaria y el dengue amenazan al mundo occidental, a Europa. Lo ha advertido la OMS en agosto.

– ¿Vaya miedo!

– ¿Sabe qué pasa? Antes la gente se iba de vacaciones a su pueblo o al Mediterráneo. Ahora cualquiera se va a Bostwana o a Kenia, sin tomar ninguna precaución. Cualquier país del mundo está ya al alcance casi de cualquiera. Turismo, negocios, inmigración. Influye el cambio climático…

– ¿Cómo puede evitarse un peligro así? ¿Puede hacerse algo?

– Un mayor control fronterizo de alimentos y personas. Pero no es fácil.