Manifestación

«Queremos dormir tranquilos»

El Mundo, LUIGI BENEDICTO BORGES, 22-09-2007

Dos centenares de vecinos de Méndez Alvaro recorrieron ayer las calles de la zona para protestar por la inseguridad: yonquis, coches que van a los poblados a por droga, prostitución, suciedad, falta de iluminación Méndez Alvaro es un barrio en construcción. En apenas cinco años su crecimiento ha sido espectacular pero los flamantes nuevos vecinos se enfrentan ya a sus primeros problemas. Al parecer, la prostitución, la droga y el transporte ilegal de inmigrantes se han convertido en algo habitual en sus calles cuando cae la noche. Por esta razón cerca de dos centenares de personas decidieron salir ayer a manifestarse por las calles afectadas.


«Queremos un barrio más seguro, sin la degradación más mínima. Por eso salimos ya a la calle, nada más notar los primeros síntomas de enfermedad, para cortar todo de raíz», explicaba Concha, una señora que no dudó en acudir al paseo con su marido, sus dos hijos pequeños y hasta el perro. No fue la única. En la manifestación que comenzó junto a los cines Imax y acabó cerca del Planetario, la presencia de menores fue constante, aunque la mayoría de pequeños no tenían ni idea de lo que era un yonqui y lo que querían era irse al parque.


«Hemos organizado este acto para que se nos haga caso y podamos dormir tranquilos», decía Jorge Girón, vocal de la Asociación de Vecinos El Planetario. Con apenas dos años de existencia la asociación quiere unir a sus logros el de tener un barrio más seguro para todos.


Por ello no es la primera vez que los vecinos salen a la calle. Desde que el pasado mes de julio se «recrudeciera la presencia de prostitutas», el barrio realiza diariamente batidas nocturnas para espantar a clientes y profesionales. «Salimos de 11.15 de la noche a 02.00 de la madrugada y durante esas cuatro horas al menos les fastidiamos el negocio a unos cuantos y aunque perdamos sueño eso es lo mínimo que podemos hacer hasta que los políticos y las autoridades nos hagan caso», argumentaba un vecino. Las cundas, conocidas también como taxis de la droga y el transporte ilegal de inmigrantes son otros de los males que acosan al barrio. La carga y descarga de rumanos ilegales a los que dejan entre cinco y siete horas esperando en las aceras provocan la desesperación de los vecinos al comer y defecar en la calle. «La culpa es de una empresa de transporte ilegal que funciona como tapadera», gritaba Juanma en el único momento de tensión que tuvo el paseo, fue cuando pasaron junto a la sede de Atlassib, la supuesta empresa fraudulenta.


Rodeados


Fue al doblar la primera esquina del recorrido donde también se encontraba un grupo de rumanos con una furgoneta y un remolque. El vehículo fue rodeado por la muchedumbre y sus ocupantes fueron obligados a marcharse. Lo hicieron sin poner oposición al grito de «fuera, fuera» y con el aplauso de los niños que eran jaleados por sus padres. En ese instante, parecía que a los vecinos les apetecía más salir en los medios que echar a sus molestos visitantes.


Durante el trayecto no se vio a ninguna prostituta, ésas que han elegido Méndez Alvaro como zona de trabajo por su escasa iluminación, la gran multitud de aparcamientos y obras y el constante tráfico.


La manifestación finalizó con la lectura de un comunicado en la calle de Las Nebulosas donde se exigió la legalización de la prostitución y la creación de un barrio rojo en Madrid. La Asociación de Vecinos El Planetario también aprovechó para destacar la necesidad de un nuevo centro de salud, un colegio, un instituto, nuevos polideportivos y bibliotecas y la recalificación como zona verde de la playa de vías del Museo del Ferrocarril y vía verde auxiliar hasta el Parque Lineal del Manzanares y Madrid Río, para ello ya han mantenido varias citas con sus representantes políticos, a los que han entregado un dossier de propuestas de mejora del barrio.

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