Estupor ante el proyecto francés de test de ADN para el reagrupamiento familiar

Gara, GARA, 20-09-2007

Los diputados de la Asamblea Nacional francesa tenían previsto aprobar en la madrugada de ayer una nueva ley de inmigración muy controvertida, ya que introduce la realización del test de ADN para los candidatos al reagrupamiento familiar.

Los diputados debatían ayer un nuevo punto, relativo a la evaluación, en los países de origen y para los candidatos al reagrupamiento familiar, del conocimiento del francés y de los «valores de la República».

La realización del test de ADN a los familiares de los inmigrantes es defendida como «medida humanitaria» por la bancada de la UMP del presidente, Nicolas Sarkozy. La izquierda, incluido el PS, ha denunciado esta medida «inaceptable e inmoral».

Tres ministros del Gobierno que desertaron del PS, Bernard Kouchner (Asuntos Exteriores), Fadela Amara (Urbanismo) y Martin Hirsch (Solidaridad) han mostrado sus reservas sobre esta medida.

El presidente Sarkozy postula esta nueva legislación, la cuarta en los últimos cuatro años. Siendo ministro de Interior endureció personalmente la legislación anti – inmigración y prometió en el transcurso de su exitosa campaña electoral – le llevó al Palacio del Elíseo – una inmigración «domada» y «elegida».

El promotor de la introducción de la realización del test de ADN, el diputado Thierry Mariani (UMP), arguye que once países europeos recurren ya a esta medida en casos de duda de los servicios consulares en los países de origen sobre la filiación de los solicitantes.

La enmienda «ataca a las leyes sobre bioética y a la tradición francesa», denunció el diputado del PS Manuel Valls. El verde Nöel Mamère denunció «una enmienda crápula y nauseabunda».

Esta nueva legislación ha generado fuertes críticas de organizaciones de defensa de derechos humanos e incluso de colectivos científicos.

«Segregacionista», «liberticidio horrible». En África son muchos los que denuncian esta nueva ley francesa, recordando que los lazos familiares no se determinan solamente por la sangre en el Continente Negro.

El proyecto forma parte de una serie de procedimientos «segregacionistas y avasalladores», acusa un comentario en la web GlobalNet de Túnez, consagrada a la política de inmigración del continente europeo.

Amina Buayach, presidenta de la Organización Marroquí de los Derechos Humanos (independiente), recuerda que «los lazos familiares no pueden ser limitados a lazos de sangre». La misma idea es defendida en Senegal, donde el diario pro – gubernamental «Le Soleli» denuncia una «villana tentativa de inmiscuirse en la familia africana, en la que los medio hermanos son hermanos enteros, los primos segundos son como hermanos y las co – esposas son madres integrales de todos los hijos de un mismo padre».

En Argelia, país que no está concernido por este proyecto en razón de la particularidad de sus relaciones con París, la prensa se hace eco de la polémica surgida en el Estado francés, destacando la oposición de las ONG y de la mayoría de la comunidad científica.

El diario «L´Expression» destaca «lo absurdo» de la política de inmigración francesa, que «va a exigir test de ADN a simples demandantes de visas turísticos (para los países del Tercer Mundo, por supuesto)». El diario «Aujourd´hui Le Maroc» apunta a que esta polémica puede marcar el fin del idilio de Sarkozy y la opinión pública gala.

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