PARIS (AP).— El presidente francés Nicolás Sarkozy ordenó ayer mar – tes iniciar de inmediato la revisión de los contratos laborales con los sindicatos para reducir los generosos beneficios de los pensionistas por considerarlos anticuados, injustos e insostenibles.

Sugirió además poner fin a la práctica de jubilarse antes de los 65 años, y pidió al gobierno que elimine las normas que penalizan a quienes desean continuar trabajando.

El sistema social francés “desalienta el trabajo”, insistió Sarkozy.

El discurso presidencial sobre los beneficios de la jubilación y otras reformas laborales coincidieron con el comienzo de un debate legislativo sobre un proyecto de ley que endurece las normas de inmigración, otro tema que prometió reformar Nicolas Sarkozy.

El ministro de Inmigración Brice Hortefeux declaró que el gobierno considerará un cambio constitucional que establecerá cuotas de inmigración.

“Para muchos de nuestros compatriotas, la inmigración es un motivo de preocupación. La consideran una amenaza para su seguridad, su estilo de vida”, dijo Hortefeux al presentar el proyecto de ley. “Debemos entender las aspiraciones de esta mayoría silenciosa”.

Sarkozy fue elegido en mayo con la promesa de fortalecer la economía y acabar con las trasnochadas prácticas que lastran el desarrollo de Francia.

El gobierno de Sarkozy ha reformado las leyes sobre delincuencia juvenil para modernizar el sistema universitario galo, aunque el gabinete moderó alguna de las propuestas ante las amenazas de protestas.

El proyecto de ley para reformar la inmigración —el tercero en menos de cuatro años— estipulará el conocimiento de la lengua francesa a los solicitantes de visado, y probablemente análisis del ADN para demostrar los lazos familiares con los inmigrantes establecidos ya en Francia. Esas pruebas serán voluntarias pero desataron la indignación de los grupos activistas.

En otro contexto, el ministro francés del Exterior, Bernard Kouchner, insistió ayer en Moscú en endurecer las sanciones contra Irán por su polémico programa nuclear, aunque matizó declaraciones previas en las que preveía la posibilidad de un conflicto bélico.

“Se debe hacer todo lo posible por evitar una guerra”, dijo el ministro tras reunirse con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, como informó la agencia de noticias Interfax.

Lavrov había manifestado su preocupación por los dichos de Kouchner. “Nos preocupan los informes, cada vez más frecuentes, que revelan que la posibilidad de una acción militar contra Irán ha sido considerada seriamente”, dijo ayer.

PARIS (AP).— El presidente francés Nicolás Sarkozy ordenó ayer mar – tes iniciar de inmediato la revisión de los contratos laborales con los sindicatos para reducir los generosos beneficios de los pensionistas por considerarlos anticuados, injustos e insostenibles.

Sugirió además poner fin a la práctica de jubilarse antes de los 65 años, y pidió al gobierno que elimine las normas que penalizan a quienes desean continuar trabajando.

El sistema social francés “desalienta el trabajo”, insistió Sarkozy.

El discurso presidencial sobre los beneficios de la jubilación y otras reformas laborales coincidieron con el comienzo de un debate legislativo sobre un proyecto de ley que endurece las normas de inmigración, otro tema que prometió reformar Nicolas Sarkozy.

El ministro de Inmigración Brice Hortefeux declaró que el gobierno considerará un cambio constitucional que establecerá cuotas de inmigración.

“Para muchos de nuestros compatriotas, la inmigración es un motivo de preocupación. La consideran una amenaza para su seguridad, su estilo de vida”, dijo Hortefeux al presentar el proyecto de ley. “Debemos entender las aspiraciones de esta mayoría silenciosa”.

Sarkozy fue elegido en mayo con la promesa de fortalecer la economía y acabar con las trasnochadas prácticas que lastran el desarrollo de Francia.

El gobierno de Sarkozy ha reformado las leyes sobre delincuencia juvenil para modernizar el sistema universitario galo, aunque el gabinete moderó alguna de las propuestas ante las amenazas de protestas.

El proyecto de ley para reformar la inmigración —el tercero en menos de cuatro años— estipulará el conocimiento de la lengua francesa a los solicitantes de visado, y probablemente análisis del ADN para demostrar los lazos familiares con los inmigrantes establecidos ya en Francia. Esas pruebas serán voluntarias pero desataron la indignación de los grupos activistas.

En otro contexto, el ministro francés del Exterior, Bernard Kouchner, insistió ayer en Moscú en endurecer las sanciones contra Irán por su polémico programa nuclear, aunque matizó declaraciones previas en las que preveía la posibilidad de un conflicto bélico.

“Se debe hacer todo lo posible por evitar una guerra”, dijo el ministro tras reunirse con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, como informó la agencia de noticias Interfax.

Lavrov había manifestado su preocupación por los dichos de Kouchner. “Nos preocupan los informes, cada vez más frecuentes, que revelan que la posibilidad de una acción militar contra Irán ha sido considerada seriamente”, dijo ayer.