La Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Cataluña (Fapac) reclamó ayer al departamento de Educación un «plan de choque» para redistribuir a los alumnos inmigrantes en los centros públicos y concertados con el objetivo de eliminar la segregación escolar.
En un comunicado, esta organización, que representa a los padres de alumnos de Primaria, considera que la mejor distribución de los llamados alumnos con necesidades educativas específicas a la práctica, inmigrantes, debería ser una prioridad para la Generalitat en este recién estrenado curso escolar. En este sentido, cree conveniente un plan de choque «para eliminar la segregación escolar en aquellos centros donde se supera el 40% de alumnado con estas características».
Este plan debería contemplar medidas como la disminución de la ratio y la distribución de la matrícula viva los niños que se incorporan al sistema educativo durante el curso entre todos los centros sostenidos con fondos públicos, es decir, tanto públicos como concertados.
El caso de Barcelona En la actualidad, el 80% de los estudiantes inmigrantes están escolarizados en centros públicos, frente al 20% que acuden a escuelas concertadas.
En la ciudad de Barcelona, por ejemplo, sólo 3 de los 25 colegios que en el curso académico 2006-2007 contaban con más de un veinte por ciento de alumnos inmigrantes eran centros concertados y el resto eran públicos, la mayor parte de ellos repartidos en los distritos de Ciutat Vella (7) y Nou Barris (7).
Así lo explicó ayer a preguntas del grupo municipal de ERC, la concejala de Educación del Ayuntamiento, Montserrat Ballarín, quien informó de que que -a la espera de conocer los datos de este curso-los únicos centros concertados en donde se supera la barrera del 20% de población inmigrante están en los distritos del Eixample (2) y Nou Barris (1). En el distrito de Sarrià-Sant Gervasi no hay ni un solo colegio, ni concertado ni público, en el que el colectivo de inmigrantes supere ese porcentaje.