El Rey destacó ayer el papel de la educación en la formación de ciudadanos «comprometidos con sus derechos y obligaciones» y reclamó el apoyo de todos los sectores de la sociedad para conseguir así una sociedad «mejor formada ante los desafíos del mundo globalizado». Reclamó además una mayor atención a los estudiantes inmigrantes, cuya integración confirma a la española como una cultura «abierta y democrática».

Acompañado por doña Sofía, don Juan Carlos presidió el inicio de las clases para siete millones de alumnos no universitarios en el colegio Santa Teresa y el Instituto de Secundaria Aguilar y Cano de Estepa (Sevilla) y transmitió la «cercanía, afecto y respaldo» de la Corona a los profesores, padres y alumnos de toda España.

Tras una visita a ambos centros, pronunció un discurso en el que recordó que «a través de la educación conferimos a nuestros niños y jóvenes la formación y valores para hacer de ellos personas completas y maduras, así como ciudadanos comprometidos con sus derechos y obligaciones», reiteró, para solicitar a continuación el apoyo y compromiso de autoridades educativas, administraciones y de la sociedad en general para formar ciudadanos «justos, honestos, trabajadores y solidarios al servicio de una España siempre mejor».

Mentalidad abierta

Don Juan Carlos constató también la necesidad de promover entre los jóvenes «una mentalidad abierta y curiosa, atenta a los avances científicos y tecnológicos y lenguas extranjeras» para «desenvolverse con éxito ante los desafíos de un mundo globalizado».

Mencionó además la necesidad de prestar una «mayor atención» a los estudiantes inmigrantes, porque son la demostración de los países, culturas y religiones «hoy presentes en una sociedad abierta».