Los guipuzcoanos no perciben la inmigración como un problema que les afecte de forma personal

Diario de noticias de Gipuzkoa, josé antonio oleaga, 19-09-2007

Los vascos creen que quienes vienen a la CAV deben hacer un esfuerzo para integrarse, según el barómetro de Ikuspegi

donostia . La mayoría de los guipuzcoanos no consideran que la inmigración sea un problema que les afecte personalmente ni que afecte a la sociedad vasca en general. Es una de las conclusiones del primer barómetro sobre las Percepciones y actitudes hacia la inmigración extranjera , elaborado por Ikuspegi, el Observatorio Vasco de Inmigración. El estudio también concluye, sin embargo, que los ciudadanos de la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) creen que son las personas extranjeras las que deben hacer un esfuerzo por adaptarse a la realidad vasca.

Entre las 1.200 personas que encuestó Ikuspegi en junio de 2007 para elaborar este primer barómetro – a partir de ahora, tendrá una periodicidad anual – , sólo el 0,8% afirmó espontáneamente que, a su entender, la inmigración era el problema que más le afectaba personalmente. Un 4,2% declaró que era uno de los tres que más le preocupaba. “Es sólo en ese 4,2% de la población donde puede existir ese roce o ese conflicto con las personas inmigrantes a nivel personal, aunque otra cosa es lo que piensen los demás sobre ese roce”, explicó ayer Xabier Aierdi, director de Ikuspegi, en la presentación de las conclusiones del barómetro.

Aierdi incidió en que también es bajo el porcentaje de personas que consideran que la inmigración es un problema que concierne a Euskadi en general, aunque no a ellas personalmente: sólo el 15% de los encuestados citaron que era uno de los tres mayores problemas de la sociedad vasca. Es más, en opinión del director de Inmigración del Gobierno Vasco, José Roberto Marro, más que como un problema, muchos vascos consideran que la inmigración es la solución a un problema, a la falta de mano de obra en el ámbito doméstico, por ejemplo.

28.000 extranjeros “La percepción de la inmigración como un problema es menor que en otras comunidades autónomas y en eso influyen las cifras, ya que es una de las comunidades con menor número de personas extranjeras”, explicó Aierdi.

En ese sentido, José Antonio Oleaga, director de investigación del observatorio, detalló que existen unas 100.000 personas extranjeras en la CAV, 28.000 de ellas en Gipuzkoa, lo que supone el 4,5% de la población total (algo menos, del 4,3% en Gipuzkoa, con índices superiores tanto en Bizkaia como, sobre todo, en Álava proporcionalmente). Sin embargo, Oleaga añadió que, en sus investigaciones, Ikuspegi ha comprobado cómo “la gente tiene una percepción exagerada del número de inmigrantes, ya que en las encuestas responden como media que creen que el 26% de la población es extranjera”.

En ese sentido, a pesar de que la gran mayoría de encuestados muestra una postura favorable a la diversidad cultural, más del 80% insiste en que son las personas que llegan a Euskadi las que deben hacer un esfuerzo por la integración. También es similar el porcentaje de quienes creen que las personas autóctonas no tienen que renunciar a sus costumbres o tradiciones para lograr una mejor convivencia con los ciudadanos extranjeros.

Según el barómetro de Ikuspegi, la mayoría de los ciudadanos vascos tampoco perciben que la inmigración sea una amenaza o pueda afectar ni a su identidad vasca ni al desarrollo del euskera.

papeles Respecto a su vida en Euskadi y a los servicios para las personas extranjeras, más del 60% considera que todas las personas inmigrantes, también las que están en situación irregular, deben poder acceder a asistencia sanitaria y a la educación de sus hijos. Aunque si se trata de recibir asistencia jurídica, ayudas sociales o derecho al voto, más de la mitad de los encuestados consideran que sólo las personas regularizadas deberían poder hacerlo. Así, Marro aprovechó para reivindicar que se facilite ese proceso de regulación y se derogue la Ley de Extranjería.

Cabe destacar, también, que uno de cada cuatro encuestados considera que ninguna persona extranjera, aunque tenga papeles, debería tener acceso a una VPO.

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