«Prefiero la crítica al elogio, pero que sea una crítica constructiva» / «Reivindico a la mujer y a la cultura» / «La moda vende sueños. En la vida también tiene que haber alegría» / «Tengo el privilegio y la virtud de ser gitana» / «La nueva colección está inspirada en la película ‘Blow up’» / «Siempre enfoqué mi vida a acabar en las pasarelas» Cuenta Juana Martín que lo suyo es vocación, que ya de pequeña cogía cualquier trapo o retal que hubiera por casa y se ponía a diseñar los vestidos de sus muñecas. Hace ya unos años que consiguió su sueño: ser diseñadora de ropa y enseñar sus trajes y vestidos en las pasarelas. El viernes, esta gitana cordobesa vuelve a mostrar sus ideas ante el público de la pasarela Cibeles. Mientras, se pasa el día entre Madrid y Córdoba con su showroom y los encargos que le surgen, sobre todo para trajes de novia y de flamenca.

Pregunta. – El viernes, nueva colección…

Respuesta. – La de primavera – verano de 2008.

P. – Para los que no tenemos ni idea de moda, ¿cómo se puede llevar eso de pensar en bañadores y camisetas cuando empieza el frío? Va todo al revés…

R. – Los diseñadores tenemos que tenerlo todo listo para que la ropa esté diseñada cuando llegue su temporada.

P. – Pero es que luego te vas a una tienda en agosto y te quieren vender abrigos.

R. – Es que la moda cambia tanto que cada vez se adelantan más, todos quieren sacar antes sus tendencias.

P. – Como una carrera.

R. – La moda es una carrera continua. También para el cliente.

P. – Usted ha diseñado muchos trajes de flamenca. ¿Qué va a enseñar este viernes?

R. – Es una colección basada en Balenciaga, uno de los maestros de la moda española, que ejerció en París. Es de los nombres que nunca mueren.

P. – ¿El no pasa de moda?

R. – No, y la colección está inspirada en la película Blow up, con Marcelo Mastroianni.

P. – ¿Por qué Blow up? [Casualidades absurdas de la vida: el desfile de ayer de Ailanto tenía el mismo motivo, aunque ha sido coincidencia].

R. – Un buen amigo dice que hay que ver cosas que te atraigan. En esa película, los trajes de Balenciaga marcaron un antes y un después en su estilo, reivindicaban a la mujer, y yo hago lo mismo.

P. – ¿Reivindica a la mujer?

R. – A la mujer y a la cultura.

P. – De su tierra es la mujer española por excelencia: las de Julio Romero de Torres.

R. – Hombre… ¡Eso es todo un mito!

P. – La rueda de la moda vuelve a los clásicos como Balenciaga.

R. – Es que alguien como él nunca pasa de moda. Lo que hacemos los discípulos es una versión del maestro.

P. – Luego, los críticos de moda pueden ser feroces.

R. – Creo que se debe criticar, pero constructivamente. La gente tiene todo el derecho a criticar y a que no le guste lo que ve. Yo prefiero la crítica al elogio, pero que sea constructiva.

P. – ¿Se despierta en mitad de la noche con una idea y se pone a diseñar un traje?

R. – Claro. Entonces me levanto corriendo para ir al taller y plasmar la idea.

P. – ¿Es frívola la moda?

R. – Vende sueños. En la vida también tiene que haber alegría.

P. – Cambiando un poco de tema: usted es la única diseñadora gitana que ha triunfado. La imagen de los gitanos está muy castigada, aún falta conocer a más como usted.

R. – La gente no quiere ver lo bueno, sólo lo malo, pero también hay una cultura que se está perdiendo y muchos valores en el pueblo gitano que nosotros mantenemos: la unión de la familia, el respeto a los mayores, el no olvidar las raíces.

P. – ¿Ha tenido usted algún problema en su profesión por ser gitana?

R. – No, porque siempre he intentado que vean en mí a la persona, a Juana Martín sin más. Además de eso, tengo el privilegio y la virtud de ser gitana.

P. – Todavía hay mucho racismo.

R. – Sí, pero hay que darse cuenta de que hay gente buena y gente mala, hay que saber distinguir.

P. – Usted quiso ser siempre diseñadora.

R. – Desde pequeña, pero además tenía claro que no quería ser una modista de barrio, sino que enfoqué mi vida a acabar en las pasarelas. Pero siempre en mi sitio, todo limpio, sin pisar a nadie.

P. – Lo suyo era obsesión.

R. – Obsesión total, me pasaba el día cogiendo retales que tenía mi madre por ahí y me ponía a hacer vestidos.

P. – Cuesta un buen rato localizarla por teléfono…

R. – Es que me encanta hablar por teléfono y por eso comunico todo el rato. Yo voy mucho en el AVE a Córdoba, ¡y el viaje me puede durar dos llamadas!

P. – Luego, cuando uno se va de vacaciones pasan tres días y ya nadie le llama.

R. – ¡Ya, y no lo soporto! Si te llaman parece como si estuvieras más viva. Además, yo al cuarto día ya me pongo a trabajar, no me gusta estar parada.

RETRATO

Origen. Córdoba, 21 de marzo. «Y el año no te lo digo». Currículo. Siempre quiso ser diseñadora. En Córdoba, de niña, ya les hacía sus propios vestidos a las muñecas con cualquier retal que encontrara por ahí. Desde hace dos años y medio desfila en Cibeles. Este viernes vuelve a la pasarela madrileña con una colección inspirada en los trajes de Balenciaga y Blow Up, la película del recientemente fallecido Antonioni. Aficiones. «La música, el cine, la soledad». Debilidades. «Los caracoles. Soy adicta a comer caracoles cuando hay temporada». Virtudes. «Soy muy fiel a los sentimientos y a los amigos». Defectos. «A veces soy tan noble que me toman el pelo. Me gustaría ser más mala».