Los Reyes inauguraron ayer el curso escolar en Estepa (Sevilla), una localidad de 12.296 habitantes que vive de la aceituna y los mantecados. Además, el municipio se caracteriza porque todos sus colegios son bilingües, tienen un ordenador por cada dos alumnos y apuestan por la integración – el colegio en que se celebró el acto está totalmente libre de barreras arquitectónicas – . Precisamente eso, integración, pidió don Juan Carlos, una “mayor atención a la creciente presencia en nuestras aulas de escolares procedentes de la inmigración”.

Cientos de estepeños, mujeres en su mayoría, se echaron a la calle al grito de “¡Sofía!”, y con cada saludo que la pareja regia prodigaba por los 200 metros que recorrieron a pie, el público se encendía. Hacía 31 años que no les veían en la localidad. Junto a los Reyes, el presidente de la Junta, Manuel Chaves – a quien el Rey saludó con un amigable abrazo – , y la ministra de Educación, Mercedes Cabrera.

Pero aunque oficialmente el curso ya ha comenzado, algunos alumnos aún no han acudido a la escuela, principalmente por problemas de infraestructura. Así, en Málaga, sólo 76 de los 390 alumnos del colegio del Parque Central de Estepona fueron a clase. La Asociación de Padres y Madres de Alumnos recomendó a los padres no llevarlos al centro hasta el próximo lunes, tras comprobar que aún no han terminado las obras de las aulas de primer ciclo de Primaria, el comedor, el patio de recreo y el gimnasio.

En Córdoba, los padres de alumnos de tres a cinco años del colegio Capitán Trevilla del municipio de Adamuz también decidieron no llevar a sus hijos a clase. Protestan así por la “insuficiencia” de profesores para este ciclo. Y en El Palomar (Puente Genil), los padres de los 80 niños del colegio rural Río Genil siguen sin llevar a sus hijos a clase. Protestan por la mala situación de las dos aulas prefabricadas instaladas en el patio del centro. Además, reclaman a la Junta la construcción de un nuevo colegio.

Por su parte, en Sevilla, los sindicatos reivindican que algunos centros que han pasado este curso a ser TIC todavía no tienen el equipamiento completo instalado en las aulas: faltan equipos informáticos, cableados… En cuanto a la falta de profesores, el caso más grave se ha dado con los monitores de Educación Especial, ya que algunos centros han comenzado sin tener a estos profesores en plantilla y los padres no han querido llevar a sus hijos a clase y reclaman una atención segura para ellos. En Bormujos, padres y profesores se han manifestado por tener aulas en Primaria e Infantil de hasta 28 alumnos e, incluso, una en sexto de Primaria con 29. La delegación de Educación enviará un profesor más para cubrir este último caso, que se sale de la norma.

En Granada, CC OO criticó que más de 1.000 alumnos no pudieran empezar las clases debido a las reformas y otras incidencias en los centros educativos, e instó a los ayuntamientos a que cedan suelo para la construcción de nuevos colegios. También criticaron la “masificación” en el área metropolitana y la costa, donde el número de alumnos por aula llega a 28 en los cursos de Primaria.

En Huelva, donde 3.500 niños empezaron con retraso el curso, la Junta afirma que se está siguiendo el horario de incorporación avanzado el lunes por la delegada de Educación, Antonia Cascales. Así, de los ocho centros que estaban afectados, tres se han reabierto entre ayer y hoy, lo que supone la incorporación de unos 1.500 alumnos.

Otros centros, como el IES San Antonio de Bollullos y el IES de Mazagón tendrán que esperar hasta el 1 de octubre para abrir sus puertas. En el centro de Mazagón, la Delegación ofreció iniciar el curso el lunes en otro colegio, aunque por las tardes, pero los padres lo rechazaron. En cuanto a las aulas temporales (caracolas), en total hay 14 en la provincia, lo que equivale a 28 unidades educativas (450 alumnos aproximadamente).

En las provincias de Almería, Cádiz y Jaén no hubo ningún problema significativo.