La alcaldesa de Cartagena, Pilar Barreiro, animó ayer a los inmigrantes que viven en Cartagena a trabajar junto a la administración para conseguir su integración en la sociedad.

«La integración es un camino de doble dirección: es responsabilidad de la administración y también lo es de los inmigrantes. Y en ese camino van a seguir encontrando toda nuestra colaboración», afirmó Barreiro durante el acto de entrega de subvenciones a 26 asociaciones y colectivos que desarrollan programas sociales en beneficio de la integración de inmigrantes.

Entre los colectivos que se han beneficiado de estas ayudas (en total, 142.500 euros). están, por primera vez, tres asociaciones constituidas por inmigrantes: Asociación por la Paz, Movimiento Canarí, y Asociación Virgen de Chilla. A sus representantes, Barreiro les dio las gracias por sumarse a los colectivos que trabaja junto al Ayuntamiento en estos programas sociales.

La alcaldesa dio también la bienvenida da la ACCEM, una asociación de carácter nacional que es pionera en el trabajo de primera acogida con el colectivo inmigrante, y que abrió hace un año una sede en el municipio.

«Efecto llamada»

La ayudas son para Rascasa, Hospitalidad de Santa Teresa, UGT, CC OO, Un paso más, Cruz Roja, Murcia Acoge, Cáritas La Palma, Sena, Ecume, Cáritas Cartagena, Atime, Alraso, Carmen Conde, Virgen de Chilla, Movimiento Central Cañarí, Columbares, Ateneo, Fundación Sierra Minera, Movimiento por la paz, el desarme y la libertad, Cáritas J. C., ACCEM, La Huertecica, AMITES y Asociación por la paz.

Barreiro recordó que el trabajo en inmigración se realiza, también, a través de convenios como el de la Casa de Acogida, el programa de Escuela Abierta, y programas en los países de origen de estos extranjeros.

La oleada de pateras mereció que Barreiro reclamara al Gobierno central que «establezca los medios necesarios para blindar las costas de la Región contra las operaciones de las mafias que introducen inmigrantes ilegales». Barreiro criticó al Gobierno por el «efecto llamada» de los procesos de regularización masiva y exigió las mismas medidas de vigilancia por satélite que en el Estrecho de Gibraltar.