Las costas murcianas se han convertido ya en una nueva vía de entrada de inmigración ilegal en Europa, según reconoció ayer expresamente la secretaria de Estado de Inmigración del Gobierno de la Nación, Consuelo Rumí. Después de las sucesivas oleadas de pateras registradas desde el pasado agosto, que han permitido interceptar a un centenar largo de inmigrantes irregulares en las playas y aguas próximas al litoral murciano, no cabe ya duda de que estas expediciones han dejado de ser una curiosidad.

Consuelo Rumí, que lamentó la afluencia de embarcaciones ilegales registrada este fin de semana en Murcia y Alicante, explicó en declaraciones a Punto Radio que «paradójicamente, mientras los controles van dando resultado y se es más eficaz en la detención de mafias, se idean nuevas rutas donde todavía no existe el SIVE (Sistema Integral de Vigilancia Exterior)».

De esta forma, la secretaria de Estado de Inmigración venía a reconocer que el blindaje de las costas andaluzas, donde funciona desde hace dos años el sistema SIVE, constituido por potentes radares térmicos, embarcaciones y medios de detección aéreos y terrestres, ha comenzado a desplazar la inmigración ilegal procedente del norte de África hacia Murcia y Alicante.

Está previsto que esta forma de blindaje costero se aplique en la Región a partir del 2009. Por ahora, Murcia sólo se cuenta con un camión – radar de limitada potencia y dos patrulleras de la Guardia Civil del Mar.

Según admitió ayer Rumí, en esta materia, «el Gobierno actúa en función de cómo se van desarrollando los acontecimientos» y recordó que, hasta el momento, Murcia no era una ruta utilizada por las mafias. «Hasta ahora, los esfuerzos se han volcado en Canarias, el Estrecho de Gibraltar y el año pasado se ultimó el SIVE en Almería».

Sin embargo, calificó de «anecdóticas» las llegadas a Alicante y Murcia de oleadas de pateras y pidió que no se haga demagogia con este asunto.

En cualquier caso, aseguró que el Ejecutivo de la Nación continúa trabajando «con el máximo celo y en alerta permanente, a pesar de que los datos son mucho mejores que el año pasado»: se ha registrado un descenso del 66% en la llegada de cayucos a Canarias y un 60% a nivel nacional.

«Mientras llegue una patera o un cayuco a nuestras costas, el trabajo debe ser continuo y debemos seguir en alerta permanente, aunque somos conscientes de que mientras se mantenga la gran desigualdad con el mundo rico y en los países pobres haya personas que se lucren con esta situación vamos a tener pateras y cayucos».

La necesidad del SIVE

En similar sentido se pronunció ayer el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, quien admitió «la necesidad de ir ampliando la cobertura del Servicio Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) a Murcia y a la Comunidad Valenciana» ante la posibilidad de que sigan llegando embarcaciones.

Y es que, a su juicio, los inmigrantes ilegales «son conscientes de que si llegan a determinadas zonas van a ser inmediatamente identificados, retenidos y repatriados», por lo que ahora están buscando lugares «donde creen no va a existir ese control inmediato».

«Era algo que los expertos nos dijeron que se iba a producir en el momento en el que la vigilancia se intensificara en determinadas zonas de Andalucía», señaló Camacho en declaraciones a TVE.

Camacho se felicitó sin embargo de que «la inmensa mayoría de los inmigrantes que han llegado vienen de países en donde, afortunadamente, la repatriación es muy sencilla».

El Consejo de Ministros aprobó el pasado julio una inversión de 9 millones de euros para instalar el SIVE en Murcia. El sistema estaría operativo a partir del año 2009.