melilla. Un grupo de 1.200 personas intentó entrar en la noche del domingo a toda costa a Melilla por la frontera de Ben-Enzar y en el momento más crítico incluso se apedreó a los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que la custodiaban, lo que obligó al cierre de la verja que separa Melilla de Marruecos durante una hora, según informaron ayer fuentes policiales.

La Delegación del Gobierno ha confirmado que los hechos se produjeron a las 20.30 horas como consecuencia de una gran aglomeración de personas que procedían de Nador y que pretendían entrar en la Feria que se estaba celebrando en la ciudad, a las que los agentes estaban exigiendo la documentación requerida para entrar en Melilla, rechazando a los que no reunían los requisitos.

Según la institución que dirige José Fernández Chacón estas últimas personas “comenzaron a arrojar piedras contra los agentes de servicio en el puesto fronterizo, siendo necesario el cierre de la verja, parar la entrada en la ciudad y requerir a los policías marroquíes para que impidieran tales circunstancias”. Así, en el lugar de los hechos “se personó la Policía marroquí con numerosos efectivos y mediante su actuación separaron a las aproximadamente 1.200 personas”. De esta forma, a las 21.30 horas se reanudó nuevamente el control de personas y se abrieron los carriles suplementarios, con lo que quedó totalmente restablecida la normalidad a las 22.30 horas.

Por otro lado, la Guardia Civil detuvo el domingo a 21 inmigrantes de origen magrebí, entre ellos cinco posibles menores, que viajaban a bordo de tres pateras interceptadas en aguas de Cabo de Gata y en el litoral almeriense. >agencias