LORENA SEBASTIÁN

MELILLA. El primer día de la «operación Feriante» de Melilla se saldó con la localización de 24 adultos y un menor en el interior de los camiones que transportan las atracciones feriales una vez terminadas las fiestas patronales de la Ciudad autónoma. Este incidente estuvo acompañado del cierre de la frontera principal durante parte de la tarde del domingo ante la imposibilidad de controlar a un grupo de marroquíes sin la documentación requerida y que acabaron lanzando piedras a la Policía Nacional por no poder pasar a disfrutar de la feria en su última jornada.

Aglomeración

Los hechos se produjeron sobre las ocho y media de la tarte del domingo cuando, como consecuencia de una gran aglomeración de marroquíes, la policía del país vecino tuvo que intervenir para disolver a un grupo de 1.200 personas que, después de haber sido rechazados por los agentes al no portar la documentación requerida, empezaron a lanzar piedras en señal de protesta.

Ante la posibilidad de avalancha, la Policía decidió cerrar la verja cerca de una hora y avisar a la unidad antidisturbios que, finalmente, no tuvo que intervenir al restablecerse la normalidad en el paso.

Según la Delegación del Gobierno, un millar de marroquíes pudieron entrar sin problemas, siendo rechazados otros 200.

Este incidente precedió a la «operación Feriante» que comenzó a las 5.00 de ayer, una vez dados por finalizados los festejos y dándose comienzo al desmontaje de las atracciones feriales. Un gran número de agentes de la Policía Local y de la Nacional controlaban las inmediaciones de la Plaza de España, donde se detectó a ocho personas adultas y se identificó a 162 ciudadanos, mientras que la Guardia Civil hacía lo propio en la estación marítima, donde dispusieron un escáner que detecta la presencia humana entre los herrajes de los camiones y que dio como resultado la localización de 16 adultos y un menor.

La Guardia Civil es la responsable de revisar la salida por las instalaciones portuarias de los vehículos propiedad de los feriantes contando, al igual que en años anteriores, con aparatos de alta tecnología para detectar la presencia de cualquier persona.