El intercambiador

Los votos de Gallardón

El Mundo, IGNACIO AMESTOY, 08-09-2007

Una gran mayoría de los votantes del Partido Popular querría que Rodrigo Rato se presentara a las elecciones de 2008, pero el director del Fondo Monetario Internacional (FMI) parece que se niega a estar en las listas. Los electores ‘populares’, por otra parte, no hacen ascos a que el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz – Gallardón, se presente. Y es que los votos son los votos


Gallardón ha sido el gran animador de este verano tontorrón. Mucho más que Schuster y su Real Madrid, con los tropiezos de la pretemporada futbolística, que ya es decir. A pesar de haber prometido estarse calladito, cuando el gentío gozaba de la siesta agosteña, don Alberto se soltó la lengua y volvió a decir que quería estar detrás de Rajoy en la lista para el Congreso en las próximas legislativas, para empujarle… Y todo el mundo despertó de la siesta.


En el PP se alborotó el gallinero estival y vacacional, con un Rajoy más estoico que Séneca, que no sabía y no contestaba… Pero las voces en contra de las palabras del alcalde madrileño no tardaron en oírse en Ferraz. Acebes y Zaplana se explayaron. Más prudente fue Esperanza Aguirre, que no se sorprendió por las declaraciones de Gallardón. Esperanza conoce bien a Alberto y está al cabo de la calle. En el PSOE la espontánea salida al ruedo de Gallardón, mientras en los cosos taurinos José Tomás estremecía a la afición, fue como si se les apareciera la Santísima. Tras los quites por chicuelinas de Rubalcaba, hasta Bono se puso a defender a Ruiz – Gallardón. ¿El quid del problema para ellos? La falta de liderazgo de Rajoy.


Hamilton y Fraga. Gallardón quiso arreglar la cosa con aquello de que a quien había que comparar con Fernando Alonso no era a él, sino a Rajoy. Y la concurrencia pensó para sí que lo que el subconsciente de don Alberto pregonaba no era que Rajoy fuera a ganar al final la competición a Zapatero, como decía suponer que iba a hacer Alonso sobre Hamilton, no, sino que Rajoy era el por ahora desafortunado Alonso y él, Gallardón, el por el momento irresistible Hamilton… El que puso las guindas fue Fraga: que Gallardón le parecía un buen chico y que el PP tiene que pensar en el banquillo. A Fraga le acompañó en el auxilio a don Alberto otro gallego, Núñez Feijóo: «Gallardón es un gran activo para el PP en Madrid y en España».


Y como éramos pocos, parió la abuela…, que se decía. Y así, este periódico desveló la carta que el secretario de los distritos municipales del PP de Madrid había enviado a sus concejales y al propio alcalde semanas antes, advirtiendo de que en el grupo no se estaba respetando el reglamento: discriminaciones, marginaciones, falta de reuniones preceptivas… En la información se apuntaba que «una docena» de sus concejales exigía a Gallardón «democracia interna». Y uno de los encartados declaraba que le extrañaba que el alcalde quisiera irse al Congreso cuando ni siquiera tenía tiempo para reuniones en el Ayuntamiento.


El que apareció en pantalla entonces, alejándose de las loas de Rubalcaba y Bono a Gallardón, fue el a la sazón portavoz adjunto y secretario general de los socialistas del Ayuntamiento, Oscar Iglesias, nombrado por Tomás Gómez presidente del grupo colorado ayer mismo. Iglesias, un opositor duro, acusaba a Gallardón de soberbio incluso con sus propios concejales y decía que el alcalde de lo que tenía que preocuparse era de «gobernar la ciudad», olvidándose de otros proyectos «de futuro».


Gallardón y los votantes. Dejando a un lado a «la docena» de disidentes del PP municipal, la atención se vuelve en estos días a las encuestas, concretamente a la publicada esta semana aquí. No es que sea irrelevante el caso de los doce, porque entre «la docena» de hombres y mujeres sin piedad estarían los fieles a Esperanza Aguirre, aunque muchos se han enterado del contencioso por la prensa, sobre todo los nuevos… Pero la encuesta de Sigma Dos es lo que tiene más morbo…


Como bien sabe el lector, el triunfador popular de la encuesta es Rato. Los electores del PP, a pesar de que Rato ha dicho desde el principio que lo que quiere es ocuparse de su prole y no volver a la política, le aprecian más que a nadie. Rato es el mejor valorado por los votantes del centro – derecha español. Punto y seguido. En el segundo puesto, Esperanza Aguirre. Y en quinto lugar de la fila, don Alberto. Esto es lo que piensan los seguidores del PP.


Otra valoración es la que resulta si tenemos en cuenta no sólo a los votantes del PP de la encuesta, sino a todos los consultados, sean tirios o troyanos. En ese caso, don Alberto pasa del número cinco al número dos, precedido únicamente por María Teresa Fernández de la Vega. En este «ranking» general no salen mal parados, entre los populares, Rato, Aguirre y Mayor. Sí, el líder del PP, Mariano Rajoy, junto a Arenas, Zaplana y Acebes, que quedan muy por detrás.


El de los votos. Con todo, el resultado más revelador de la encuesta por lo que al PP se refiere sale a la luz cuando se pregunta a los electores populares si les gustaría que Rato y Gallardón fuesen en las listas de su partido en las próximas elecciones. El 83% da el sí a Rato y el 71% se lo da a Gallardón. Está claro que el votante popular quiere la mejor alineación posible en el equipo que salte al césped. Para ganar las elecciones, por supuesto. Y es que el personal no se chupa el dedo.


La encuesta no plantea si los electores del PP querrían, o no, que Aguirre fuera a las legislativas, porque como presidenta de una Comunidad no puede hacerlo. Pero, sin duda, el electorado popular con su respuesta nos mostraría el poderío real de la inquilina de la Casa de Correos…


Tras el tajante no de Rato, y para complacer a la hinchada del PP favorable a la presencia de Gallardón en las listas de marzo de 2008, ha surgido una hipótesis de trabajo no despreciable. Que el alcalde encabece la lista al Senado… Pero, claro, esta posibilidad también podría jugarla Esperanza Aguirre. Con lo cual, de plantearse, no estaríamos lejos de un «casus belli»… ¿La solución? A lo mejor, el tú a Boston y yo a California. Aguirre, para el Senado, y Gallardón, para el Congreso. Votos son votos.


¿Y dejar la Alcaldía? Pero, atención. El señor Ruiz – Gallardón, tras la canícula, parece haber vuelto al redil… Lo ha confesado en la radio pública, que él no estará en ningún otro sitio que en el PP, que el debate sucesorio no existe en su partido y que Rajoy – Rajoy – Rajoy…


Y junto a estas confesiones, con contrición de corazón y propósito de enmienda, sus disquisiciones sobre el tiempo que vaya a estar en la Alcaldía de Madrid… Porque todo en la vida es provisional, y mucho más en política, según él. «Ese sentido de la provisionalidad los políticos lo deberíamos tener siempre», dijo el alcalde. Y mucho más: «Eternizarse en los cargos, en los sitios, no me parece bueno».


A Gallardón se le está diciendo que no sería de recibo que compatibilizara el escaño en el Congreso con la Alcaldía. Aunque ya lo hicieran Tierno y Barranco. Bueno, pues se deja la Alcaldía y santas pascuas. Es lo que puede estar pensando don Alberto Ruiz – Gallardón, y deseando doña Ana Botella.


Lasquetty, contra las colas de inmigrantes


Son tercermundistas las colas de rumanos y búlgaros para sus gestiones ante las comisarías. Una humillación para estos ciudadanos de la Unión Europea y molestias sin cuento para los vecinos de las zonas afectadas. Más de 24 horas llegan a aguantar a pie firme los inmigrantes para lograr poner en regla sus papeles. El fiel colaborador de Aguirre, Javier Fernández – Lasquetty, consejero de Inmigración y Cooperación de la Comunidad de Madrid, se ha hartado y ha puesto pies en pared. Ha exigido a Zapatero «más interés y menos demagogia» con la inmigración. A principios de julio, Lasquetty ya se había interesado por el caso, mandando una misiva a la Secretaría de Estado de Inmigración. ¿Y? Que si quieres arroz, Catalina.

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