Una mujer rumana resultó ayer herida grave en Madrid después de que su marido la rociase con un líquido corrosivo que le produjo quemaduras. El hijo de la pareja, de 19 años, que intentó impedir la agresión, también resultó herido. Un policía que manipuló el líquido y una transeúnte también tuvieron que ser atendidos por los servicios sanitarios por heridas leves.

En plena hora de la siesta y con un calor sofocante en Madrid pocas personas presenciaron ayer la agresión en plena calle a Elena U. La mujer, rumana de 42 años, fue rociada con un líquido químico tóxico que su marido, también de nacionalidad rumana, llevaba dentro de una botella de agua. Al parecer la pareja estaba discutiendo en un portal del barrio de Retiro cuando el hombre, todo según el relato que el hijo de ambos dio a la policía, sacó una botella de agua llena de líquido con el que roció a su esposa, que sufrió quemaduras graves en la cara, el cuello y el tórax, en total un 15% de su cuerpo.

El hijo de la pareja, que acompañaba a la mujer y lo presenció todo, intentó impedir que agrediesen a su madre forcejeando con el agresor, que huyó del lugar de los hechos. Al cierre de esta edición, la Policía continuaba la búsqueda del agresor. El chico, de 19 años, resultó herido con quemaduras muy leves y un esguince de tobillo y varias contusiones. Madre e hijo tuvieron que ser atendidos por un equipo de Samur-Protección Civil, que aplicaron difloterina, un producto indicado para este tipo de quemaduras, según una portavoz de Emergencias Madrid.

El líquido con el que se roció a la mujer, de acuerdo con esta fuente, podría contener ácido clorhídrico, una sustancia que se utiliza como disolvente en el sector de la construcción y que provoca quemaduras muy graves, más cuanto más tiempo pasa en contacto con la piel.

El Samur instaló a unos 200 metros del lugar de la agresión un hospital de campaña, donde, además de Elena U. y su hijo, fueron atendidos un policía nacional, que sufrió una intoxicación leve al inhalar el líquido corrosivo cuando intentaba averiguar de qué producto se trataba. Una mujer, que paseaba por la zona y que sufrió heridas leves al ser alcanzada por el líquido corrosivo, también tuvo que ser atendida, aunque no precisó asistencia hospitalaria.

“Cuando he visto a la mujer me he asustado muchísimo”, explicó el conserje del portal cercano a donde se instaló el hospital de campaña. “Tenía la cara quemada, intentaba decir algo pero no conseguíamos entenderla. Un chico que iba con ella no paraba de repetir que había sido su padre quien la había agredido”. Era la primera vez que veía a la pareja. Y es que nadie en este vecindario de un barrio muy tranquilo de Madrid conocía a la mujer.

Anoche, Elena U. permanecía ingresada en la Unidad de Quemados del Hospital de La Paz de Madrid con pronóstico grave. Además, fuentes de Emergencias Madrid aseguraron que las quemaduras que sufre le pueden dejar secuelas de consideración.