El sueño de la integración

La Vanguardia, , 04-09-2007

RAMON SÚRIO
La Orquestra Àrab de Barcelona (OAB) ya presentó no hace mucho en el Auditori su único disco, Báraka.Aunque aquello, a tenor de la que tienen preparada para su vuelta, debió de ser un mero calentamiento. Cierto que desde el primer instante contaron con el apoyo de Omar Sosa y Miquel Gil, pero para su retorno a la sala Pau Casals han tirado lo que se dice la casa por la ventana. Los siete músicos originales, cuatro magrebíes, dos catalanes y un griego, se van a convertir en una orquesta de trece y el all stars de invitados contará con sus dos primeros valedores, además de Omar Faruk y Lucrecia. Independientemente de cuál sea el resultado artístico, hoy será el punto culminante de la carrera de un músico marroquí nacido hace 35 años en Chefchauen. Y es que Mohamed Soulimane, además de solicitado violinista, compositor, arreglista, percusionista y alma máter de la OAB, es el prototipo de músico extranjero que ha sabido integrarse y triunfar. Se defiende muy bien en catalán y desde hace muchísimo tiempo se le puede encontrar por los escenarios y los estudios de grabación vinculado a los proyectos más diversos; sea con sus colegas de Vesc, compatriotas en busca de fortuna artística, o en nuevos proyectos etno-tecno. Su violín aparece junto a Chab Samir, De Cajón, Rosa Zaragoza, 08001 o Abdel-Jalil Kodssi, y se le puede encontrar en el Senglar Rock acompañando a un cantautor o componiendo música para una banda sonora. Soulimane, que en su país pasó por el conservatorio y por grupos andalusíes y de música tradicional árabe, tuvo que buscarse la vida como pudo cuando aterrizo en Catalunya a finales del siglo pasado. Fuese con el rai, el flamenco, el hip-hop, la música sefardí, gnawa o la actual fusión de la OAB, que le ha llevado a convertirse en residente en el Auditori de Barcelona y a un MySpace en el que empiezan a florecer los bolos hasta entrado el año que viene.

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