SOCIEDAD

«Vuelven a un país que no reconocen y se sienten como extranjeros»

El Correo, 02-09-2007

«Esto es una residencia de carácter transitorio, mientras las comunidades de origen de los emigrantes les encuentran una plaza en algún centro de allí, pero es verdad que a veces las cosas se alargan demasiado y ellos se desesperan, sobre todo los que quieren trasladarse al País Vasco o Cataluña, que son los sitios que más tardan en acogerlos. De hecho, hubo un catalán que estaba muy ansioso por llegar a su tierra y murió sin conseguirlo y lo mismo le pasó a un vasco», admite María Jesús Jiménez, responsable del área social de ‘El retorno’, que actualmente tiene cubiertas 37 de sus cuarenta plazas. «Esto es como el parchís, tienes que ir acumulando puntos. Yo tengo 92 puntos y debo llegar a 100 para que me trasladen, hay que joderse ¿A mi edad no hay derecho a que tenga que sufrir esta inseguridad!», explica Milagros, una madrileña de 76 años que tras medio siglo entre Argentina y Uruguay ha tenido que volver porque está enferma y «la Sanidad va muy mal allá». Ella, igual que otros compañeros suyos, está algo enfadada, porque lleva en el centro 10 meses. Su compañero Juan Luis Tocón, de 80 años y procedente de Perú, también se pone reivindicativo. Es hijo de un militar republicano muerto en la Guerra Civil y ahora, «en la vejez», ha venido por primera vez a la patria de su padre, «a morir en su misma tierra». «¿Es que la ley de España no compensa a los hijos de los que lucharon? – pregunta indignado – ¿Espero que el Gobierno lea esto!».

El personal del centro entiende estas rabietas. «Es comprensible: vuelven a un país que dejaron hace muchos años y que no reconocen y se sienten como extranjeros, tienen miedo a lo desconocido – explica María Jesús – .Y a eso hay que sumar que carecen de medios económicos, aunque a ellos les duele admitirlo, sobre todo porque muchos antes tenían dinero y por cosas del destino lo perdieron». A José López, un abulense de 70 años con alma de poeta y ánimos suficientes para iniciar la titánica tarea de escribir la historia de su vida, no le da ningún apuro señalar las causas económicas como su principal razón para volver de México, donde tuvo una notable carrera como cocinero. «El sistema sanitario de allí es pésimo y, cuando te haces viejo y empiezas con achaques, te gastas hasta lo que no tienes», explica.

Al menos ellos han llegado a España en buenas condiciones de salud. Otros compatriotas, según confirman los portavoces del centro, han regresado tan enfermos o con las facultades mentales tan deterioradas que ni siquiera han sido conscientes de que se cumplía su sueño de pisar de nuevo tierra española: «No es frecuente, pero sí que hemos visto algunos casos de personas muy enfermas que han sido metidas en aviones por familiares sin escrúpulos y han tenido que hacer un largo viaje desatendidos y desorientados Es muy triste», lamenta María Jesús.

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