El Gobierno francés emitió ayer por la tarde una nota sobre la regularización de inmigrantes, tal y como había anunciado el día anterior José Luis Rodríguez Zapatero. En la nota, muy medida, el primer ministro francés, François Fillon, no rectifica sus palabras (el domingo afirmó que Zapatero le había confesado que “lamentaba” haber regularizado a 700.000 inmigrantes irregulares) pero dice que “comprende” que en ese momento era “la única solución para poner fin a una situación compleja y delicada”, en referencia a los centenares de miles de sin papeles que tenía España. Así se lo expresó por teléfono a Zapatero.

El conservador François Fillon telefoneó ayer a Zapatero para “disipar cualquier malentendido”, según la nota, emitida a las 18.13. El escueto comunicado concluye que Zapatero y Fillon “están convencidos de que la política de inmigración debe seguir siendo objeto de una estrecha cooperación entre los dos países”.

París intenta zanjar así el asunto, pues el día anterior había dejado en evidencia a Zapatero. Ese día, el presidente del Gobierno anunció por la mañana que Francia emitiría una nota aclaratoria, pero en su lugar, fuentes próximas a Fillon dijeron a Efe más o menos lo que ayer dijo oficialmente.

El alambicado texto de la nota de ayer intenta satisfacer a todos: Fillon no rectifica – pese a que el Gobierno niega que Zapatero le dijera eso – pero quita argumentos a la oposición en España al decir que la regularización “era la única solución ante la situación compleja” que tenía España y que – se entiende aunque Fillon no lo dice – respondía a la herencia de los gobiernos del PP.