Francia y la inmigración

Diario Sur, 28-08-2007

El primer ministro francés, François Fillon, ha defendido las expulsiones de inmigrantes indocumentados y ha señalado que no hará procesos de regularización porque el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, «lamenta amargamente» el proceso que su Gobierno llevó a cabo en España en 2005. Según el jefe del gobierno galo, que se entrevistó a finales de julio con su colega español, éste «lamenta amargamente» haber regularizado a «cientos de miles» de inmigrantes y «se ha comprometido a no hacerlo de nuevo». «Nuestras economías, nuestros sistemas sociales y culturales no pueden soportar una aportación no controlada de población extranjera«, sentenció. Fillon se enfrenta a las críticas de asociaciones sociales y los recientes incidentes en los vuelos de repatriación de ilegales, y de ahí estas explicaciones en las que maneja argumentos ajenos. «No hay otra solución. Francia no puede acoger a toda la gente que quiere entrar» en su territorio, aseguró Fillon ante la TV. Es difícil de creer que Zapatero se explayara de esta forma por un asunto amortizado y que no fue tan negativo: legalizó una situación de hecho que resultaba insostenible.

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