El Gobierno holandés presentó ayer un programa para luchar contra la “radicalización” de los jóvenes, en especial de los musulmanes, en el que invertirá 28 millones de euros durante los próximos cuatro años. El plan del Ejecutivo holandés contienen una serie de medidas con las que se pretende lograr la integración de los jóvenes en la sociedad y también frenar la radicalización de los jóvenes de extrema derecha. Los fondos serán administrados por las autoridades locales.
Entre las medidas anunciadas figuran programas de formación y de intercambio cultural para mantener a los jóvenes dentro del sistema educativo, combatir la discriminación y desarrollar las posibilidades de empleo.
La ministra del Interior, Guusje ter Horst, presentó el programa en el conflictivo barrio de Slotervaart, en Amsterdam. Slotervaart es el distrito de Mohamed Buyeri, el musulmán de origen marroquí que asesinó en el 2004 al polémico director de cine Theo van Gogh porque realizaba un documental sobre el político holandés xenófobo Pym Fortuyn.

AYUDA PARA SLOTERVAART
La alcaldía de Slotervaart recibirá este año 400.000 euros para fomentar la integración de sus jóvenes, que serán invertidos en programas de formación para jóvenes y profesores y de fomento del diálogo cultural. El alcalde de la localidad, el laborista de origen marroquí Ahmed Marcouch, manifestó en una entrevista concedida a la agencia France Presse que el número de jóvenes radicales en su distrito oscila entre 40 y 60 de los 45.000 habitante de su distrito, más de la mitad de origen extranjero.
El alcalde Marcouch ha contratado a entrenadores callejeros y a un experto en radicalismo religioso para orientar a estos jóvenes problemáticos hasta el camino correcto. “No se trata de desarrollar una forma de control, sobre lo que los chicos tiene derecho a pensar, sino de darles enseñanzas útiles para iniciar la discusión sin miedo”, añadió.