Una masiva expulsión de inmigrantes a Senegal desata las protestas policiales

El SUP tilda de «miserable» al Gobierno por obligarles a permanecer 21 horas en los aviones

El Mundo, A. DEL BARRIO / F. LAZARO, 22-08-2007

MADRID.- El Ministerio del Interior expulsó anoche a su país a cientos de senegaleses entre las protestas de los agentes que debían custodiarlos. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) arremetió ayer duramente contra el Ejecutivo por las condiciones en las que está llevando a cabo las repatriaciones de inmigrantes irregulares y lo tildó de «miserable».

Interior organizó anoche una repatriación masiva de cientos de senegaleses, lo que levantó ampollas entre los agentes, que se vieron obligados a realizar 21 horas de servicio ininterrumpido. Los policías debían volar de Madrid a Tenerife para recoger en la isla a los subsaharianos; desde Canarias viajar a Senegal, regresar de nuevo a Tenerife para buscar a un segundo grupo de irregulares, volver al país africano y, desde allí, trasladarse a Madrid.

«Estamos retrocediendo en condiciones de trabajo a la situación que se vivía en la Policía hace 25 años», se quejó ayer el secretario general del SUP, José Manuel Sánchez Fornet.

La expulsión organizada por el Departamento que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba pudo haberse frustrado, ya que el SUP pidió a los funcionarios que se negasen a subir a los aviones en protesta por esta maratoniana jornada laboral, que no es un mero hecho aislado, sino que se está convirtiendo en algo frecuente. El sindicato intentó además realizar una sentada en el aeropuerto de Barajas, pero los servicios de seguridad se lo impidieron.

Dignidad personal

Al final, los policías decidieron embarcar en los aviones y cumplir con el servicio asignado, aunque desde la central sindical les ordenaron que, a su regreso, se den de baja médica si sufren la más mínima molestia. «La Administración ahorra miserables cantidades de dinero a costa de la salud y la dignidad personal y profesional de los policías», criticó el SUP en un comunicado.

El sindicato policial compara la situación de los agentes con la de la tripulación de los aviones, que sí debe descansar entre cada vuelo: «A nadie le importa que a los policías les revienten las piernas por mantenerse decenas de horas sin poder salir de un avión. Todo ello con tal de ahorrarse unos pasajes de vuelta a Madrid», insistió el sindicato. La protesta del SUP se produce tan sólo un día después de que la juez de instrucción número 1 de Elche (Alicante), que investiga la muerte del inmigrante nigeriano Osamuyi Aikpitanti, haya imputado a los dos policías que le custodiaban un delito de homicidio imprudente.

El subsahariano, que iba amordazado y atado de pies y manos, falleció por asfixia durante un vuelo de repatriación a Lagos tras un forcejeo con los agentes. Tanto el SUP como la Confederación Española de Policía (CEP) defienden la inocencia de los funcionarios y critican que los policías no cuenten con un protocolo de actuación que les indique cómo obrar en casos extremos como el de Aikpitanti, que opuso una gran resistencia. También censuran que la expulsión se realizase en un avión de pasajeros y no en uno fletado específicamente para la ocasión, que suele llevar un médico a bordo.

La muerte del nigeriano ha sido la punta del iceberg de los numerosos incidentes que se registran durante este tipo de vuelos. Los sindicatos han censurado la desorganización existente, como sucedió en la expulsión del primer grupo de inmigrantes del buque Marine I. Los policías que viajaron a Nuadibú (Mauritania) tuvieron que dormir en el suelo en el mismo hangar que los asiáticos porque nadie se preocupó de buscarles alojamiento.

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