Muere una joven de 20 años tras ser apuñalada por su ex pareja en Gandía
Diario de Navarra, , 21-08-2007Una joven de 20 años, que fue apuñalada por su ex pareja en la tarde del domingo en Gandía (Valencia), murió ayer cuando era trasladada a un hospital de Valencia. El presunto agresor, que fue detenido, tenía una orden de alejamiento por malos tratos.
La víctima, de nacionalidad rumana, caminaba con su hija de tres años y un amigo por el paseo marítimo Neptuno de Gandía, cuando su ex compañero sentimental le asestó 12 puñaladas en el cuello, el tórax y las nalgas.
La mujer fue atendida por efectivos del SAMU en una tienda cercana, donde procedieron a su intubación para su posterior traslado al hospital Francesc de Borja de Gandía. Sin embargo, la joven murió a las 02.00 horas de ayer durante su traslado al hospital clínico de Valencia a causa de las graves heridas que presentaba.
El presunto agresor, de 23 años y origen rumano, fue detenido minutos después de la agresión cerca del lugar de los hechos por la Policía Local.
Víctima número 51
El hombre de origen ecuatoriano que acompañaba a la víctima resultó herido en un riñón y el tórax, y fue atendido por miembros de Cruz Roja. Ayer por la tarde permanecía hospitalizado en la unidad de reanimación del hospital La Fe de Valencia.
La víctima número 51 de violencia doméstica en lo que va de año en España había presentado una denuncia por malos tratos contra su ex pareja. El juzgado de Gandía dictaminó el pasado mes de julio una orden de alejamiento de 300 metros contra el hombre, el pago de una cantidad mensual de 150 euros y un régimen de visitas a la hija en los días festivos.
Tras el apuñalamiento, la hija de la pareja estuvo acompañada por su tía, hermana del presunto agresor. En estos momentos, la custodia de la niña se encuentra a cargo de la Generalitat valenciana.
Un centenar de personas se concentraron ayer ante el ayuntamiento de Gandía para condenar la muerte de la joven. La vicepresidenta del Consell de la Dona, Margarita Soler Vidal, leyó un manifiesto en el que se subraya que la violencia es «la muestra más cobarde e ilegítima de rechazo por motivo de género».
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