Entre los usuarios de estos centros en Euskadi predominan españoles, solteros y que ganan menos de 300 euros al mes

vitoria. Álava atendió en 2005, a través de sus servicios de alojamiento, a un total de 507 personas sin hogar. Las características más habituales de los usuarios de estos centros, según una encuesta realizada por el Instituto Vasco de Estadística (Eustat), son – grosso modo – las de un hombre extranjero, soltero pero con hijos, al que le falta dinero, que atraviesa una situación de paro prolongado y que pasa todas las noches en el centro de acogida.

Éstas son algunas de las conclusiones extraídas de un estudio del Eustat que, por primera vez, ha analizado de forma pormenorizada la situación – uso de los servicios sociales, disponibilidad económica, salud, familia, trabajo… – de las personas sin hogar en Euskadi. El instituto se ha centrado en aquellos ciudadanos que, al carecer de un alojamiento propio o alquilado, viven en la calle, en edificios no habitables, pensiones o en alojamientos proporcionados por el sector público o por ONG.

Este trabajo desvela que, a través de los centros vascos de atención, pasaron hace dos años un total de 1.883 personas. La mayoría, el 45%, lo hizo en Bizkaia, aunque también destaca que Álava – con un 28% – se sitúe por delante de Gipuzkoa – 27% – a pesar de que apenas cuenta con el 16% de los centros de servicios sociales vascos. Bizkaia acapara el 57% y Gipuzkoa, el 31%.

Por norma general, las características mayoritarias entre las personas sin hogar en Euskadi hablan de un hombre, de entre 30 y 44 años, al que le falta dinero porque, de hecho, no llega a ingresar 300 euros al mes, tiene estudios secundarios y era trabajador no cualificado, aunque ahora está en el paro.

En cuanto al perfil de los sin techo alaveses, tiene ciertas peculiaridades en comparación con los otros dos territorios. Álava se presenta como el único territorio donde los foráneos están por encima de los nacionales entre los atendidos. La española es la nacionalidad más habitual (39,2%) de los usuarios, pero también destaca la marroquí (22,6%) y la argelina (10,1%).

En la provincia, el 57% de los atendidos reconoce que duerme todas las noches en el centro de acogida y, el 39%, que come en el mismo recinto donde dormita. Su principal fuente de ingresos son los donativos de la gente en la calle – el 19% – , por encima de la Renta Básica y el apoyo de las ONG – ambas con un 10,6% – .

Así, dos de cada tres usuarios de los centros alaveses gastan esas aportaciones en comida. De hecho, el 19% cena alimentos donados, una cifra que en otras zonas no llega al 1%. Y es que aquí es más habitual que pasen una situación de paro prolongado, casi el doble que en Gipuzkoa y Bizkaia. Más de la mitad cuenta que procede de una familia donde faltaba dinero.

El consumo de alcohol es superior aquí que en los otros dos territorios, mientras que el de drogas se mantiene en los niveles habituales – es decir, alto, entre el 32 y el 42% – . Y, como suele ser habitual, una parte importante de las personas sin hogar – el 28,5% – tiene asociada alguna enfermedad o discapacidad.