CATASTROFE EN PERU / La tragedia vista desde España

«El primer día perdí a dos. Ahora otros dos»

El Mundo, DIEGO TORRES, 20-08-2007

Los peruanos residentes en España van conociendo el destino de sus familiares poco a poco mientras sus compañeros intentan canalizar la ayuda Un hombre enjuto en vaqueros y con un polo gris desgastado observa atentamente una lista de nombres. Sus manos gruesas de pescador pasan las páginas hasta que se detienen en su propio apellido: Cavero. Se estremece por un segundo. Le cuesta avanzar, recorrer las letras, hasta que adivina en la fatídica banda de los muertos engullidos por la tierra el nombre de su hermano.


Al caérsele una pared encima durante el temblor, ha perdido a un hermano, pero podría haber sido aún peor. Hace sólo unos meses que Félix Cavero llegó a España desde la zona costera de Pisco, donde el 30% de la población se dedica a la pesca. Aquí trabaja en la construcción. «Hablé con mis sobrinas, que viven en la Playa de San Andrés. El mar subió mucho, en unos minutos el agua les llegaba a la cintura. Pudieron escapar pero hasta entonces allí parece que no ha llegado ninguna ayuda», relata.


A este lado del Atlántico, la información llega con cuentagotas. Los más de 100.000 peruanos residentes en España (casi 50.000 sólo en Madrid) desesperan intentando contactar con los supervivientes. Sus cabezas están aquí, tratando de hacer lo posible para ayudar a sus hermanos, pero sus corazones miran «allá».


Diversas asociaciones de peruanos residentes en Madrid organizaron ayer una misa homenaje a las víctimas del terremoto en la parroquia Virgen de los Llanos, una humilde capilla del sur de Madrid. Arrodilladas, extenuadas en la espera, las mujeres pedían a Dios por los muertos. La construcción en ladrillos resplandecía casi únicamente con las velas encendidas y las luces que adornan a la Virgen.


Fuera de la iglesia, los compungidos rostros se tornan enfurecidos por la impotencia. «Nos dicen que están desaparecidos, pero en realidad están muertos. La gente está enterrada y hay muchos aún. Ya el primer día perdí a dos, pero ahora otros dos». Mario, que se lamenta así, trabaja esporádicamente en la construcción, «cuando lo llaman». No hace mucho que está en Madrid y dice haber perdido a cuatro familiares en la catástrofe.


Predomina la desconfianza hacia las autoridades de su país. Ayer en la mañana por fin tuvieron acceso a una lista de fallecidos de la Fiscalía peruana y otra de los heridos que han sido trasladados a Lima, proporcionada por el Ministerio de Salud.


Entre los afectados circulan vagas noticias del reparto de la ayuda, se quejan de que las empresas estén aumentando los precios de los artículos, de que las ayudas se queden en localidades próximas sin alcanzar Pisco. «Los víveres que circulan por la carretera de la costa apenas llegan a Pisco», afirma Cavero, pues «la gente se abalanza sobre los camiones en otros pueblos como Chincha y Cañete. Yo no los culpo pero creo que hay que organizarse mejor para que nuestros envíos lleguen a donde más se necesita».


Una reunión para sumar esfuerzos en la ayuda sucede a la misa. Organizada por la presidenta de la junta de Asociaciones Religiosas de Perú en Madrid, Gloria Ríos, que explica que están intentando por todos los medios que exista una coordinación entre los residentes en España.


Amigos de Pisco en Madrid, cuyos 80 miembros han visto perecer a siete familiares a causa del terremoto, debate en asamblea a las afueras de la iglesia tras la misa y la reunión conjunta. La sombra de la cruz del templo corona el círculo que han formado unas 15 personas. Discuten aún cómo canalizar la ayuda. Además, Mariela Pareja, que ha perdido un familiar, tuvo que viajar a Perú y hay que conseguir que Félix Cavero acuda también para enterrar a su hermano. Hasta ahora han conseguido sumar cerca de 2.800 euros. Hay diversas opiniones pero parece que todos están de acuerdo en algo: como asociación, el dinero que recauden tendrá que ir destinado a toda la población, no específicamente a sus familiares. Tras una hora, acuerdan continuar conversando más tarde, en la sede de una asociación de ecuatorianos, que les han prestado.


Octavio Cárdenas, el vicepresidente de Imagen Perú, es odontólogo y hace más de 14 años que vive en Madrid. Tiene claro que toda la ayuda que recauden la van a transferir a través de la embajada peruana en Madrid. Vive de cerca la tragedia porque, aunque él no tiene familia en Pisco, su mujer sí.


Ella, que trabaja para la Comunidad de Madrid como enfermera, recibió un llamada urgente a las 6.00 horas, del pasado jueves. Su madre estaba en misa cuando la Iglesia de Pisco se hundió.


La confirmación de su muerte llegó poco más tarde. Octavio explica que su mujer, que se desplazó inmediatamente a Perú, a la zona más devastada, «está intentando sacar al resto de su familia de Pisco. Lo está pasando mal. Dice que el olor es ya insoportable».


COMO ASISTIR A LAS VICTIMAS


Fallecidos. La Fiscalía de Perú ha hecho pública una lista en internet: www.mpfn.gob.pe


Evacuados. El Ministerio de Salud peruano ofrece los datos de los heridos que han sido trasladados a Lima. www.minsa.gob.pe


Llamadas. La Comunidad de Madrid ofrece un teléfono gratuito (900 – 812 – 525) a familiares.


Ayudar con Médicos sin Fronteras. A través de su web: www.msf.es.


Colaborar con Cruz Roja. La asociación ha habilitado un cuenta especial en el banco BBVA: 0182 – 5906 – 86 – 0010022227


Cooperar con Intermón Oxfam. Cuenta en La Caixa: 2100 – 0765 – 81 – 0200153304

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