TENOSIQUE, Tab.— Defensores de derechos humanos propusieron un programa de atención a migrantes centroamericanos que incluya la residencia temporal debidamente censados, mientras que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) indicó que vigilan la situación de miles de indocumentados varados en el sureste.

Ante la emergencia de los migrantes hacinados a la intemperie y lo largo de las vías en espera de que reanude operaciones el tren que los lleve a la frontera norte, el director de la Casa del Migrante y párroco de Tenosique, fray Juan Pablo Chávez Vargas, consideró que las autoridades deben de establecer lugares apropiados para darles refugio temporal.

Miles de migrantes están dispersos y escondidos cerca de las vías del tren en los municipios tabasqueños de Emiliano Zapata, Balancán, Tenosique, Macuspana y Huimanguillo, y en otros de Chiapas y Oaxaca, y según el sacerdote franciscano, en lugar de perseguirlos se debería buscar una solución humanitaria integral.

La oficina del ACNUR en México informó que ningúno de los migrantes centroamericanos varados ha solicitado asilo político o refugio, y al igual que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), negó tener atribuciones para intervenir en el caso de los migrantes, que según algunas fuentes suman 10 mil.

Mariana Echandi, vocera de la oficina de ACNUR en México, dijo que ese organismo no puede intervenir a menos que los migrantes soliciten de manera formal a las autoridades mexicanas asilo o refugio en el país, pero aclaró que ello sólo ocurre con los perseguidos en sus países de origen y cuyas vidas e integridad corren peligro.

Chávez Vargas dijo que el gobierno mexicano debería otorgar permisos provisionales para permanecer en el país y con ello mantener un mayor control sobre las actividades de los migrantes, conocer su estado de salud y evitar brotes epidémicos.

El sacerdote consideró equivocada la estrategia de represión y las redadas que se aplican contra los ilegales y propuso que los recursos que se utilizan para movilizar, hospedar y alimentar a centenares de agentes y policías que los persiguen, se destinen a la ayuda humanitaria de esa gente en estado de indefensión.

A raíz de las redadas de indocumentados, centenares de centroamericanos se han internado en parajes montañosos y de difícil acceso, donde enfrentan numerosos riesgos. Otros continúan caminando sobre las vías del ferrocarril, también sorteando peligros y a merced de pandillas que los hostigan o los asaltan.

Defensores de Derechos Humanos denunciaron que soldados del ejército y agentes federales han realizado dos operativos para detener a centroamericanos en el municipio de Tenosique, a 30 kilómetros de la frontera con Guatemala, destruyendo los improvisados campamentos.

El Instituto Nacional de Migración (INM) informó que hasta el miércoles pasado regresó a sus países a 900 centroamericanos mediante el Programa de Repatriación Digna, Segura y Ordenada, acordado con los gobiernos de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua.

Sin embargo, Chávez Vargas, también integrante del Comité Ciudadano de Derechos Humanos de Tenosique, negó que esa repatriación “voluntaria” se realice con estricto respecto a los derechos humanos.

El cónsul general de Guatemala en Tenosique, Rogelio Cipriano Méndez Cicajá, pidió a las autoridades respear los derechos de los centroamericanos y que no los mantengan hacinados en la estación migratoria local, donde sólo hay capacidad para 70 personas.

El 27 de julio, el consorcio estadounidense Genesse & Wyoming Inc renunció a la concesión para operar el tren Chiapas – Mayab y con ello, el tren dejó varados a los indocumentados.

TENOSIQUE, Tab.— Defensores de derechos humanos propusieron un programa de atención a migrantes centroamericanos que incluya la residencia temporal debidamente censados, mientras que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) indicó que vigilan la situación de miles de indocumentados varados en el sureste.

Ante la emergencia de los migrantes hacinados a la intemperie y lo largo de las vías en espera de que reanude operaciones el tren que los lleve a la frontera norte, el director de la Casa del Migrante y párroco de Tenosique, fray Juan Pablo Chávez Vargas, consideró que las autoridades deben de establecer lugares apropiados para darles refugio temporal.

Miles de migrantes están dispersos y escondidos cerca de las vías del tren en los municipios tabasqueños de Emiliano Zapata, Balancán, Tenosique, Macuspana y Huimanguillo, y en otros de Chiapas y Oaxaca, y según el sacerdote franciscano, en lugar de perseguirlos se debería buscar una solución humanitaria integral.

La oficina del ACNUR en México informó que ningúno de los migrantes centroamericanos varados ha solicitado asilo político o refugio, y al igual que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), negó tener atribuciones para intervenir en el caso de los migrantes, que según algunas fuentes suman 10 mil.

Mariana Echandi, vocera de la oficina de ACNUR en México, dijo que ese organismo no puede intervenir a menos que los migrantes soliciten de manera formal a las autoridades mexicanas asilo o refugio en el país, pero aclaró que ello sólo ocurre con los perseguidos en sus países de origen y cuyas vidas e integridad corren peligro.

Chávez Vargas dijo que el gobierno mexicano debería otorgar permisos provisionales para permanecer en el país y con ello mantener un mayor control sobre las actividades de los migrantes, conocer su estado de salud y evitar brotes epidémicos.

El sacerdote consideró equivocada la estrategia de represión y las redadas que se aplican contra los ilegales y propuso que los recursos que se utilizan para movilizar, hospedar y alimentar a centenares de agentes y policías que los persiguen, se destinen a la ayuda humanitaria de esa gente en estado de indefensión.

A raíz de las redadas de indocumentados, centenares de centroamericanos se han internado en parajes montañosos y de difícil acceso, donde enfrentan numerosos riesgos. Otros continúan caminando sobre las vías del ferrocarril, también sorteando peligros y a merced de pandillas que los hostigan o los asaltan.

Defensores de Derechos Humanos denunciaron que soldados del ejército y agentes federales han realizado dos operativos para detener a centroamericanos en el municipio de Tenosique, a 30 kilómetros de la frontera con Guatemala, destruyendo los improvisados campamentos.

El Instituto Nacional de Migración (INM) informó que hasta el miércoles pasado regresó a sus países a 900 centroamericanos mediante el Programa de Repatriación Digna, Segura y Ordenada, acordado con los gobiernos de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua.

Sin embargo, Chávez Vargas, también integrante del Comité Ciudadano de Derechos Humanos de Tenosique, negó que esa repatriación “voluntaria” se realice con estricto respecto a los derechos humanos.

El cónsul general de Guatemala en Tenosique, Rogelio Cipriano Méndez Cicajá, pidió a las autoridades respear los derechos de los centroamericanos y que no los mantengan hacinados en la estación migratoria local, donde sólo hay capacidad para 70 personas.

El 27 de julio, el consorcio estadounidense Genesse & Wyoming Inc renunció a la concesión para operar el tren Chiapas – Mayab y con ello, el tren dejó varados a los indocumentados.