Cartas al Director

¿Derecho de admisión o xenofobia?

Diario de noticias de Gipuzkoa, Peio Aierbe, 18-08-2007

eN Donostia, en épocas bien recientes, había una práctica, celebrada incluso por nuestras autoridades, a saber, las sociedades gastronómicas en las que estaba prohibido (de derecho o de hecho) el acceso a las mujeres. El empuje de las mujeres reclamando la igualdad en todos los terrenos, cuestionó por discriminatoria dicha práctica y consiguió el apoyo de la inmensa mayoría de sociedades que hoy surgen, y buena parte de las antiguas.

Hoy en día existe una figura jurídica, la del derecho de admisión en locales públicos, que encubre, en ocasiones, prácticas discriminatorias. Me refiero a esa práctica, para nada excepcional, en la que se impide el acceso a locales públicos (discotecas, bares…) a personas en razón del color de su piel o por ser, supuestamente, extranjeras.

Y como el hacerlo en base a esos motivos resulta ilegal, nadie va a decir que sean ésas las razones. Pero desde SOS Racismo podemos afirmar que esa práctica existe y que, por desgracia, no es para nada excepcional. En el Informe Anual que presenta todos los años la Federación de Asociaciones de SOS Racismo, se recogen innumerables denuncias en ese sentido en numerosas ciudades del estado español. Pero es una práctica que se da también aquí, en Donostia.

Estas acusaciones pretenden ser desmentidas, desde el sector, con lo que presentan como el argumento definitivo: ¡Pruebas! Y cuando se presentan denuncias concretas y nominales en el juzgado correspondiente, se alega que son prácticas excepcionales. No seremos desde SOS Racismo quienes generalicemos la práctica de unos cuantos industriales desaprensivos a todo el sector. Somos las primeras personas interesadas en que no resulten perjudicados quienes no actúan de esa manera, ya que es lo que pedimos para todas las personas, extranjeras incluidas. Pero es evidente que dicha práctica es algo más que excepcional y que no es fácil que las personas afectadas se embarquen en la peripecia de la denuncia ante el juzgado. Miembros de SOS Racismo han comprobado, aquí en Donostia, no hace tanto, el mareo sufrido en las distintas comisarías a las que fueron derivados al tratar de denunciar la discriminación sufrida por uno de ellos. Y aunque fueran pocos los casos de discriminación, es una figura tan importante que no podemos permanecer pasivos ante la misma.

Por otro lado, es evidente que quienes realizan tales prácticas utilizan el argumento de las pruebas como una mera excusa. Tenemos un ejemplo muy de actualidad en el caso del dopaje en el ciclismo para saber que no basta proclamar la inocencia para tener credibilidad. También en esta cuestión hemos comprobado que algunas de las personas que avalan esta práctica en su establecimiento utilizan su presencia mediática para defender, con desparpajo, todo lo contrario.

Hace una semana un compañero nuestro ha sido víctima, una vez más, de un acto de este tipo en Donostia que, por supuesto, está ya en el juzgado.

Pero entiendo que hay que ir más allá. Creo que sería útil debatir sobre la conveniencia de suprimir la misma figura del derecho de admisión. No alcanzo a ver cuáles puedan ser las razones para su mantenimiento ante el riesgo de que encubran prácticas discriminatorias. De esa manera quienes en su práctica discriminatoria se amparan en esa figura jurídica no podrían argumentarlo como excusa.

Tampoco estaría de más que el consistorio donostiarra se implicara en esta cuestión. Recientemente lo hizo para forzar a una de esas sociedades gastronómicas que ejerce la defensa numantina de la exclusión de la mujer entre sus asociados, a que las incluyera en la izada de la bandera el día de San Sebastián… ahora ¿por qué no?

Peio M. Aierbe

SOS Racismo

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