LA REGIÓN SE VUELCA CON PERÚ IMPRESIONADOS POR LA TRAGEDIA

«Vivo muy mal por no saber cuánto daño habrá en las localidades más aisladas»

El vídeo que le envió un amigo a esta enfermera peruana de La Arrixaca muestra el terror y el gran desconcierto que generó el seísmo

La Verdad, ANTONIO PÉREZ, 18-08-2007

Los miles de kilómetros que separan Murcia de Perú no son distancia suficiente para que los migrantes peruanos no hayan sentido como propio el drama provocado por el terremoto que sacudió el país el pasado jueves, de madrugada en el horario español.

La Verdad estuvo con Canal 6 junto a una peruana del aproximado centenar de personas que constituyen este colectivo en Murcia. Rita Céspedes trabaja como enfermera en La Arrixaca y, aunque hace años que reside en España, tiene multitud de amigos en el país, y una hija. Afortunadamente todos sus conocidos están bien, pues no residían en la región más cercana al epicentro del terremoto. Éste se produjo a 167 kilómetros de la capital, Lima, frente a las costas de Pisco, la ciudad más devastada.

De Lima son las imágenes que un amigo de Rita tomó en el momento del seísmo y en las que se aprecia el temor y desconcierto de la población. En la grabación se puede ver a mujeres gritando y corriendo con histeria, y también al equipo de una ambulancia atendiendo a un herido.

La hija de Rita, abogada que trabaja en el Ministerio de Comunicaciones y que reside en Lima, se desplazó en el día de ayer para supervisar la llegada de ayuda extranjera a Chincha, una de las ciudades junto a Pisco y Cañete donde peores condiciones sanitarias se dan. En Chincha no todos se vieron perjudicados por el terremoto, pues los muros de una prisión se vinieron abajo y escaparon seiscientos reclusos.

Rita, quien reconoce que «vive muy mal, sobre todo por no saber cuántas víctimas habrá en las localidades del interior», cuyas vías de comunicación están destruidas, espera que el dramático suceso sirva para unir a la población peruana en Murcia, mediante la donación de todo lo que sea posible para aliviar a quienes lo han perdido todo con la tragedia.

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