Un subsahariano 'sin papeles', perdido en el pico Mulhacén

El Mundo, BARBARA ALCALDE, 17-08-2007

Unos excursionistas le localizaron a más de 3.000 metros de altura en Sierra Nevada y le dieron agua y comida No era un montañero aguerrido. Tampoco un excursionista en busca de emociones. Ni tan siquiera un turista que pretendía alcanzar la montaña más alta de la Península Ibérica. Lo que la Guardia Civil se encontró en el Mulhacén, a 3.482 metros de altura, fue a un inmigrante subsahariano exhausto, perdido y sin papeles.


Se llama Toni, procede de Malí y su plan para pasar inadvertido en el país le llevó primero hasta el pico Veleta en Sierra Nevada (Granada). Allí, Toni, de 27 años, esperaba tocar el cielo, alcanzar su sueño, que le dieran trabajo tal vez en algún establecimiento de la zona, o simplemente huir sin más, pasar desapercibido para las autoridades durante algún tiempo.


Pero su objetivo se truncó ayer cuando unos excursionistas lo encontraron deambulando por la cumbre del Veleta, a 3.392 metros de altitud, próximo al Mulhacén. El joven les explicó que había pasado la noche a la intemperie, allí, en la misma cumbre del Veleta y los montañeros decidieron llevarlo hasta el refugio de montaña de la Carigüela, donde le dejaron con agua y comida.


Toni se había quedado sin fuerzas para continuar con su travesía hacia ninguna parte. Aunque el joven les pidió que no avisaran a los Cuerpos de Seguridad, los excursionistas optaron por llamar a la Guardia Civil. Los montañeros temían por la vida del inmigrante indocumentado y sospechaban lo peor, que podría haber seguido caminando sin agua y sufrir algún desvanecimiento.


Efectivamente así sucedió. Toni B. tras descansar un rato en el refugio se dirigió hacia el pico Mulhacén, el más alto de la Península Ibérica, donde fue localizado por un agente medioambiental que lo llevó hasta la Hoya del Portillo, un paso que da acceso a Sierra Nevada por la Alpujarra, situado en el término municipal de Capileira.


Horas andando


Allí, los encargados avisaron a la Guardia Civil. La patrulla que se desplazó a la zona comprobó que el joven no hablaba español y carecía de permiso para residir en España, por lo que fue entregado al Cuerpo Nacional de Policía que tramita su expediente de expulsión.


El inmigrante no tuvo fuerzas ni para resistirse a su traslado. «Sólo repetía que estaba muy cansado porque llevaba mucho tiempo andando», explicaron los agentes de la Guardia Civil que lo atendieron.


Toni vestía un pantalón, una camisa y unas sandalias de cuero. Con esta ropa había pasado varios días a la intemperie y no paraba de repetir que tenía «unas piernas muy fuertes», según relataron sorprendidos los agentes.


El subsahariano no dijo una palabra más por lo que se desconoce cómo llegó a Sierra Nevada y cuánto tiempo llevaba deambulando por las montañas sin agua ni alimentos. Como establece el protocolo ayer mismo fue trasladado a las dependencias de la Policía Nacional en Motril, desde donde se intentará repatriarle a Malí, su país de origen.


Mientras tanto, las pateras siguen llegando a las costas canarias y andaluzas y cerca de un centenar de indocumentados fueron interceptados ayer por las Fuerzas de Seguridad: 66 cuando intentaban llegar a Almería y otros 30 en Lanzarote y Fuerteventura.

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