La Guardia Civil y la Policía han asestado un nuevo golpe a las bandas organizadas, integradas básicamente por extranjeros, dedicadas a robos en viviendas con la desarticulación de sendos grupos en Alicante y Castellón, acusados en total de perpetrar 90 asaltos a otras tantas viviendas. En Alicante, los agentes del instituto armado han arrestado a nueve personas, de origen argelino, que actuaban en esta provincia y en Almería. Mientras, en Castellón, la policía ha desmantelado una banda de ladrones integrada por cuatro rumanos.

Los arrestos de Alicante se enmarcan en la Operación Vullakan, llevada a cabo por le equipo contra el crimen organizado de la Guardia Civil. Los agentes pusieron en marcha el dispositivo al detectar la presencia de un grupo de individuos asentados en la comarca de La Vega Baja sobre los que pesaban gran cantidad de antecedentes policiales por robos en domicilios particulares y falsificación de documentos. Las pesquisas policiales determinaron que el grupo estaba integrado por nueve personas, cuyo cabecilla operaba desde Orihuela. Más adelante, los guardias procedieron a la detención de banda, integrada siete hombres, de 23 y 36 años de edad, y dos mujeres, de 25 y 46 años. La policía les atribuye una veintena de robos en casas en Alicante y la provincia andaluza de Almería.

En los registros de los domicilios de los detenidos, los agentes se han incautado de numerosas joyas, 3.000 euros en metálico, gran cantidad de electrodomésticos, numerosos relojes, complementos de conocidas marcas y herramientas utilizadas para cometer los robos y diversa documentación presuntamente falsificada.

Por su parte, la Policía Nacional de Castellón detuvo el pasado lunes a cuatro individuos, dos hombres y dos mujeres, que presuntamente pertenecen a una banda organizada dedicada a los robos con fuerza en pisos, según informó ayer el subinspector de la Unidad de Robos de la Policía Nacional de Castellón, Raúl Ayos.

Las detenciones se registraron en el transcurso del dispositivo Nido de la policía que, dentro de la Operación Verano, “está orientado a la detección de grupos de delincuentes dedicados a los robos de pisos, aprovechando que muchos de ellos quedan vacíos al irse sus moradores a otras poblaciones de vacaciones”, dijo el subinspector. El subinspector explicó que tras el seguimiento de estas personas, los policías observaron que utilizaban un modo de operar singular, ya que las mujeres vigilaban la calle mientras los hombres a entrar en los portales.

Los agentes se incautaron del material empleado para forzar las cerraduras de las casas, como ganzúas, llaves inglesas, palanquetas, destornilladores eléctricos, martillo, juegos de placas metálicas, varillas imantadas y una cizalla oculta en el carro del bebé.