Leyes migratorias afectan las remesas

El Universal, Por Richard Lapper en Sao Paulo, 09-08-2007

Las restricciones en contra de los inmigrantes ilegales han contribuido a una drástica caída de las remesas enviadas a México provenientes de varias entidades estadounidenses, de acuerdo con un estudio publicado ayer.

El estudio, comisionado por el Banco Interamericano de Desarrollo, muestra que los mexicanos que viven en estados del centro y en otras entidades de Estados Unidos que carecen de una tradición fuerte de inmigración latinoamericana, tales como Louisiana, Carolina del Norte y Georgia, se sienten intranquilos por el futuro.

Asimismo, en estos estados se ha registrado recientemente una serie de nuevas legislaciones que endurecen los castigos en contra de quienes emplean ilegales y hacen más complicado el proceso para que los migrantes obtengan la licencia de manejo y otros documentos, por ejemplo.

Sólo aproximadamente la mitad de los 2 millones de mexicanos que residen en estos llamados nuevos estados migratorios están enviando remesas a casa, lo que se compara con cuatro quintas partes hace un año. Este es el factor individual más importante para explicar la desaceleración en el crecimiento de las remesas a México luego de varios años de aumentos de dos dígitos, establece el reporte.

El ambiente se está volviendo mucho más hostil en estos nuevos estados, señaló Don Terry, titular de la oficina de crédito multilateral, que encabeza el trabajo del BID en materia de remesas.

La investigación destaca el caso del sur de Georgia, como epicentro de la nueva tendencia. Es lógico que si no se siente bienvenido y piensa irse a otra parte a empezar de nuevo, empieza a ahorrar un poquito para enfrentar las emergencias.

Además, en esos estados no es fácil obtener un trabajo ni un aumento salarial, indicó Sergio Bendixen, especialista en encuestas que condujo la investigación.

México recibió 23 mil 100 millones de dólares en remesas en 2006, los cuales ayudaron a elevar sustancialmente el ingreso de las familias pobres.

Sin embargo, la tasa de incremento ha empezado a descender inesperadamente este año. Cifras del Banco de México indican que las remesas aumentaron apenas alrededor de 0.6% en los primeros seis meses de 2007, comparadas con un incremento de 23% el año anterior. Los inmigrantes sienten que están siendo víctimas de discriminación y falta de respeto, señaló Bendixen, cuya investigación se basó en entrevistas con grupos de enfoque integrados por migrantes mexicanos y centroamericanos. No pueden rentar una casa y en algunas ciudades se está volviendo más y más difícil encontrar un trabajo.

El estudio muestra un panorama ligeramente distinto en 10 estados, como Nueva York, California y Florida, donde se ha registrado tradicionalmente una fuerte presencia hispana y en donde las comunidades de mexicanos, centroamericanos y otros latinoamericanos están bien organizadas.

Alrededor de dos terceras partes de los 8.4 millones de mexicanos que se estima viven en esos estados han seguido enviando remesas este año.

Las remesas de los migrantes guatemaltecos, salvadoreños y hondureños, que tienden a concentrarse en estas áreas tradicionales, aumentaron 11% en los primeros seis meses de este año, de poco menos de 4 mil 500 mdd a casi 5 mil mdd.

Las restricciones en contra de los inmigrantes ilegales han contribuido a una drástica caída de las remesas enviadas a México provenientes de varias entidades estadounidenses, de acuerdo con un estudio publicado ayer.

El estudio, comisionado por el Banco Interamericano de Desarrollo, muestra que los mexicanos que viven en estados del centro y en otras entidades de Estados Unidos que carecen de una tradición fuerte de inmigración latinoamericana, tales como Louisiana, Carolina del Norte y Georgia, se sienten intranquilos por el futuro.

Asimismo, en estos estados se ha registrado recientemente una serie de nuevas legislaciones que endurecen los castigos en contra de quienes emplean ilegales y hacen más complicado el proceso para que los migrantes obtengan la licencia de manejo y otros documentos, por ejemplo.

Sólo aproximadamente la mitad de los 2 millones de mexicanos que residen en estos llamados nuevos estados migratorios están enviando remesas a casa, lo que se compara con cuatro quintas partes hace un año. Este es el factor individual más importante para explicar la desaceleración en el crecimiento de las remesas a México luego de varios años de aumentos de dos dígitos, establece el reporte.

El ambiente se está volviendo mucho más hostil en estos nuevos estados, señaló Don Terry, titular de la oficina de crédito multilateral, que encabeza el trabajo del BID en materia de remesas.

La investigación destaca el caso del sur de Georgia, como epicentro de la nueva tendencia. Es lógico que si no se siente bienvenido y piensa irse a otra parte a empezar de nuevo, empieza a ahorrar un poquito para enfrentar las emergencias.

Además, en esos estados no es fácil obtener un trabajo ni un aumento salarial, indicó Sergio Bendixen, especialista en encuestas que condujo la investigación.

México recibió 23 mil 100 millones de dólares en remesas en 2006, los cuales ayudaron a elevar sustancialmente el ingreso de las familias pobres.

Sin embargo, la tasa de incremento ha empezado a descender inesperadamente este año. Cifras del Banco de México indican que las remesas aumentaron apenas alrededor de 0.6% en los primeros seis meses de 2007, comparadas con un incremento de 23% el año anterior. Los inmigrantes sienten que están siendo víctimas de discriminación y falta de respeto, señaló Bendixen, cuya investigación se basó en entrevistas con grupos de enfoque integrados por migrantes mexicanos y centroamericanos. No pueden rentar una casa y en algunas ciudades se está volviendo más y más difícil encontrar un trabajo.

El estudio muestra un panorama ligeramente distinto en 10 estados, como Nueva York, California y Florida, donde se ha registrado tradicionalmente una fuerte presencia hispana y en donde las comunidades de mexicanos, centroamericanos y otros latinoamericanos están bien organizadas.

Alrededor de dos terceras partes de los 8.4 millones de mexicanos que se estima viven en esos estados han seguido enviando remesas este año.

Las remesas de los migrantes guatemaltecos, salvadoreños y hondureños, que tienden a concentrarse en estas áreas tradicionales, aumentaron 11% en los primeros seis meses de este año, de poco menos de 4 mil 500 mdd a casi 5 mil mdd.

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