Como trabajadoras domésticas, en la construcción y algunos como estudiantes, los indígenas que habitan en el Distrito Federal aún son objeto de discriminación para recibir educación, obtener un lugar dónde vivir o en la impartición de justicia.

Pese a que su calidad de vida aumenta al llegar a la ciudad, en comparación a cómo vivían en sus comunidades de origen, los más de 170 mil indígenas que habitan en la ciudad de México, según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), viven por debajo de la media de los capitalinos.

Así lo aseguró Alejandro López Mercado, jefe de la Unidad Departamental de Atención a Comunidades Étnicas de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades del gobierno capitalino.

En el marco del Día Internacional de las Poblaciones Indígenas que se celebra este 9 de agosto, el funcionario aseguró que en el DF hay presencia de los 63 grupos étnicos del país, y que están prácticamente en todas las coordinaciones terriotoriales. Además, se hablan las 93 lenguas de las que se tiene registro, aunque en algunos casos, sea una sola persona.

López Mercado comentó que la dependencia donde labora ha recibido casos de trabajadoras domésticas de origen indígena víctimas de robo, incluso, en la misma casa donde trabajan. Además, en la colonia Roma y en Tepito se han dado casos que los vecinos se oponen a que familias indígenas sean sus vecinos.

En educación, explicó, sólo 85% de los niños tienen acceso a escuelas de nivel básico, y que siguen presentándose casos de indígenas juzgados sin un traductor adecuado.

Exposición en la ALDF

Como parte de los festejos por el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal instaló desde el lunes pasado una expo – venta de artesanías indígenas, que permanecerá hasta el próximo viernes.

Sin embargo, los expositores, la mayoría locatarios del Mercado de Artesanías de la Ciudadela, aseguran que las ventas y los visitantes son escasos, porque no hay suficiente publicidad de la exposición.

Estamos muy escondidos en el edificio de la Asamblea. Algunos de los empleados de aquí sólo preguntan, pero no compran, afirmó Yanet Jiménez, originaria de Paracho, Michoacán, y comerciante de artesanías, desde hace tres años, oficio que aprendió de su abuelo.

Como trabajadoras domésticas, en la construcción y algunos como estudiantes, los indígenas que habitan en el Distrito Federal aún son objeto de discriminación para recibir educación, obtener un lugar dónde vivir o en la impartición de justicia.

Pese a que su calidad de vida aumenta al llegar a la ciudad, en comparación a cómo vivían en sus comunidades de origen, los más de 170 mil indígenas que habitan en la ciudad de México, según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), viven por debajo de la media de los capitalinos.

Así lo aseguró Alejandro López Mercado, jefe de la Unidad Departamental de Atención a Comunidades Étnicas de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades del gobierno capitalino.

En el marco del Día Internacional de las Poblaciones Indígenas que se celebra este 9 de agosto, el funcionario aseguró que en el DF hay presencia de los 63 grupos étnicos del país, y que están prácticamente en todas las coordinaciones terriotoriales. Además, se hablan las 93 lenguas de las que se tiene registro, aunque en algunos casos, sea una sola persona.

López Mercado comentó que la dependencia donde labora ha recibido casos de trabajadoras domésticas de origen indígena víctimas de robo, incluso, en la misma casa donde trabajan. Además, en la colonia Roma y en Tepito se han dado casos que los vecinos se oponen a que familias indígenas sean sus vecinos.

En educación, explicó, sólo 85% de los niños tienen acceso a escuelas de nivel básico, y que siguen presentándose casos de indígenas juzgados sin un traductor adecuado.

Exposición en la ALDF

Como parte de los festejos por el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal instaló desde el lunes pasado una expo – venta de artesanías indígenas, que permanecerá hasta el próximo viernes.

Sin embargo, los expositores, la mayoría locatarios del Mercado de Artesanías de la Ciudadela, aseguran que las ventas y los visitantes son escasos, porque no hay suficiente publicidad de la exposición.

Estamos muy escondidos en el edificio de la Asamblea. Algunos de los empleados de aquí sólo preguntan, pero no compran, afirmó Yanet Jiménez, originaria de Paracho, Michoacán, y comerciante de artesanías, desde hace tres años, oficio que aprendió de su abuelo.