Entre las causas destaca un mayor control de los indocumentados en EUA.

Las remesas que los mexicanos en el exterior enviaron al país disminuyeron en 1.6% en el segundo trimestre de 2007, lo que confirma una desaceleración de los envíos que el banco central atribuye entre otras razones a una mayor dificultad de los emigrantes a encontrar trabajo en Estados Unidos.

Los envíos ascendieron a $6,138 millones entre abril y junio, informó el martes el Banco de México en su reporte trimestral sobre la inflación. Las remesas son la segunda fuente de divisas para el país, después de las exportaciones de petróleo, aunque el banco central ha detectado que desde 2006 han registrado una desaceleración significativa en su crecimiento.

Datos históricos del banco establecen que los envíos tuvieron un incremento de 27.5% en el primer trimestre del 2006, y desde entonces se inició el descenso: 19.7% en el segundo trimestre; 10.6% en el tercero y 5.5% en el cuarto.

Durante el primer trimestre de 2007, el ritmo cayó hasta 3.4%.

La institución dijo que entre los factores para explicar el descenso en el ritmo de crecimiento se encuentran los crecientes problemas que han enfrentado los trabajadores mexicanos para emigrar hacia EUA, como resultado de una mayor vigilancia fronteriza en ese país.

También apuntó a las mayores dificultades que han encontrado en EUA los migrantes latinoamericanos indocumentados para encontrar trabajo, ante controles oficiales más estrictos, y la desaceleración de la economía estadounidense que ha afectado las oportunidades de empleo sobre todo en la industria de la construcción, que tradicionalmente ha representado una importante fuente de ocupación para los emigrantes de México.

Pese a su menor ritmo de crecimiento, las remesas alcanzaron en 2006 una cifra récord de $23,054 millones, un incremento de 15.1% respecto al año anterior.