Tenerife. Agentes de la Guardia Civil hallaron en la madrugada de ayer, enterrado en una zona de invernaderos y descampados próxima al cruce de El Palmar, en el municipio de Arona (Tenerife), a dos kilómetros del lugar donde fue vista por última vez, el cuerpo sin vida de la joven de 15 años Fernanda Fabiola Urzúa, de origen chileno, que llevaba desaparecida desde el 26 de julio. El hallazgo del cadáver se produjo gracias a la confesión en comisaría de uno de los dos sospechosos detenidos en dependencias de la Guardia Civil de Playa de las Américas. Al parecer se trataría de un colombiano con antecedentes por violencia sexual, mientras que el segundo detenido sería un rumano, quien a primera hora de la noche de ayer quedó en libertad con cargos.

El general jefe de la Guardia Civil de Canarias, Miguel Martínez, quien confirmó dos detenciones, aseguró que el lugar en que fue hallado el cadáver había sido peinado por los efectivos policiales en tres ocasiones. “Estaba tapado, semienterrado con piedras, tierra y matojos; era imposible localizarlo”, explicó.

Fernanda Fabiola fue vista por última vez sobre las 21.30 horas del jueves 26 de julio, cuando se dirigía a su casa, en la urbanización Ten-Bel, tras visitar a unas amigas. A partir de ese momento se organizó un operativo, que se centró en varias zonas, pero la Policía sólo encontró dos pistas en un camino de tierra a menos de un kilómetro del domicilio de Fernanda, que fueron reconocidas por sus padres: una zapatilla de playa, encontrada en el primer día de rastreo y un cinturón, que fue hallado el viernes. El jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Santa Cruz de Tenerife, Ricardo Arranz, apuntó que el colombiano detenido vivía en la zona donde residía la pequeña, el barrio de El Fraile, donde son frecuentes los controles de la Guardia Civil, lo que hizo pensar a los investigadores que el autor del crimen tuvo que deshacerse del cuerpo de la víctima cerca de donde fueron encontrados la zapatilla y el cinturón.

Las pesquisas que condujeron a la detención de los presuntos autores del crimen tuvieron su inicio en el testimonio de una persona que vio un todoterreno azul en esa zona. El lunes, la Guardia Civil localizó el coche, propiedad de un colombiano de 28 años con antecedentes por una presunta agresión sexual en Tenerife hace cinco años, cuyos neumáticos respondían a las marcas halladas en el terreno donde había aparecido la ropa de Fernanda.

Tras su detención, el joven colombiano negó primero su implicación, aunque horas después confesó su participación y condujo a los investigadores hasta el lugar en el que se encontraba enterrada la joven. A la espera de la autopsia, las primeras hipótesis señalan que pudo fallecer al poco tiempo de su desaparición.