Dos subsaharianos mueren a tiros en la zona ocupada del Sahara Un centro de detención «a cielo abierto»

ABC, 03-08-2007

LUIS DE VEGA

Medio centenar de subsaharianos se entregaron a las autoridades marroquíes en septiembre de 2005 junto a la valla de Ceuta

ERENA CALVO

LAS PALMAS. Atacaron un puesto de control marroquí. Eran una treintena y pretendían zarpar de las costas de El Aaiún en patera rumbo a Canarias. Los disparos de las fuerzas de seguridad marroquí acabaron con la vida de dos de los inmigrantes que participaron en el «motín». Otros dos fueron heridos gravemente. Ésta es la versión oficial con la que Marruecos justificaba esta semana la muerte de dos subsaharianos cuando trataban de partir con una expedición de las costas del Sahara.

Una decena de asociaciones que luchan por la defensa de los Derechos Humanos en Marruecos como ATTAC – Maroc, Cimade o el colectivo de amigos y familiares de las víctimas de la inmigración clandestina (AFVIC) condenaron ayer el trágico suceso, que tenía lugar al norte de la desembocadura de Saguia el Hamra la noche del 30 al 31 de julio, tal y como han confirmado a este periódico informadores de la capital del Sahara Occidental ocupado por Marruecos.

Los mismos informadores aseguran que los inmigrantes, «abandonados a su suerte por las mafias», se habían acercado al puesto de control «para pedir ayuda, tenían sed y hambre». Fuentes oculares «vieron en el lugar de los hechos varias ambulancias que trasladaban a los heridos; hasta allí se desplazaron altos mandos de la Gendarmería Real».

Los colectivos denunciantes vincularon las muertes de estos dos subsaharianos con las políticas represivas que, indican en un comunicado remitido a ABC, ponen en práctica las fuerzas del orden marroquí para luchar contra la inmigración ilegal, y que en los últimos días «se han concentrado en una gran operación en Uxda», en la frontera con Argelia.

Desde el reino alauita, que abrirá una investigación para esclarecer la muerte de los dos subsaharianos, aseguran que los agentes marroquíes lanzaron varios disparos al aire con la intención de «intimidar» a los indocumentados. Sin embargo, ésta no es la primera ocasión en que inmigrantes de esta región de África pierden la vida antes de iniciar el trayecto que los separa de España. Cinco indocumentados morían, también a causa de varios disparos, en el mes de septiembre de 2005 tras su intento de asaltar las vallas de Ceuta. En este caso, Marruecos y España no tardaron en acusarse mutuamente por el fallecimiento de estos inmigrantes. Un mes después morían otros siete subsaharianos en la misma situación. Ahora, han sido dos las víctimas.

Cinturones y bastones de goma

Representantes de Cimade, AFVIC y ATTAC – Maroc piden, en un comunicado , explicaciones por estas muertes y por los arrestos en Uxda, donde han sido apresados, según su versión, 450 personas en los últimos días, entre los que se encontraban «seis mujeres y dos menores, uno de ellos de sólo cuatro años».

Los inmigrantes, instalados en la ciudad universitaria de esta localidad (donde son atendidos por organizaciones humanitarias), fueron detenidos en la madrugada del 26 de julio y «violentamente maltratados por las fuerzas del orden marroquí utilizando como instrumentos de tortura cinturones o bastones de goma».

Acompañados por perros, continúan, obligaron a los subsaharianos a abandonar el campus y los retuvieron en la Comisaría de Uxda, donde les fueron confiscados sus teléfonos móviles. «Más tarde les obligaron a subir en unos furgones de la policía para trasladarles en dirección a la frontera, en las proximidades de la zona conocida como Galla».

Estos actos, continúan en el comunicado, confirman el «desprecio» de Marruecos por la normativa internacional al respecto, «que en cambio sí han suscrito y ratificado». El reino alauita se inscribe así, concluyen, en la política de represión de los flujos migratorios de la Unión Europea (UE), «aplicándola, eso sí, con un exceso de celo».

Las organizaciones firmantes del comunicado denuncian estos sucesos, «que atentan contra la dignidad de las personas», y exigen la renuncia a las políticas represivas que, dicen, orientan actualmente la gestión y control de los flujos de la inmigración ilegal, criminalizando esta práctica y poniendo en peligro la vida de cientos de personas.

Uxda se ha convertido en los últimos años en un «centro de detención a cielo abierto», donde son enviados muchos de los inmigrantes subsaharianos detenidos en Marruecos. Organizaciones como Cimade o ATTAC – Maroc denuncian que en esta localidad se concentran inmigrantes, demandantes de asilo y refugiados apresados en otras regiones del reino alauita. Allí, las campañas de arrestos «son más que frecuentes». Muchos de los habitantes de Uxda, continúan desde estos colectivos, «se han solidarizado en multitud de ocasiones con los indocumentados, y al salir en su ayuda han sido también reprimidos por los soldados marroquíes».

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