REPORTAJE

Asesinado dos veces

Un perito de telecomunicaciones muerto a puñaladas en Londres, vinculado por error con una banda de atracadores de joyerías

El País, JESÚS DUVA, 02-08-2007

Rubén Rodríguez Fuente, de 30 años, ingeniero técnico de telecomunicaciones de León, fue asesinado en un portal de Londres el pasado 5 de junio. Estaba en el sitio equivocado en un momento equivocado. Su familia está destrozada. Por partida doble: no sólo por su pérdida, sino además porque su buen nombre ha quedado emponzoñado por un error de la policía y de la televisión. La policía, aunque no facilitó el nombre de Rubén, difundió una nota oficial en la que informaba de que el español asesinado en Londres “formaba parte de un grupo de atracadores” y que había muerto “apuñalado por sus compinches a raíz del reparto de uno de los botines”. “Es terrible tener que demostrar la inocencia de un inocente”, se queja su cuñada María del Mar.

Rubén acabó la carrera de ingeniero técnico de Telecomunicaciones en octubre de 2003 en la Universidad Alfonso X el Sabio, en Villanueva de la Cañada (Madrid). Poco después decidió irse a Londres – donde antes había residido su hermana Emilia, azafa – ta – para mejorar su nivel de inglés. Les dijo a sus padres, Prudencio y Begoña, que sólo estaría un año y que luego regresaría a León.

En la capital londinense compartía un piso con otros amigos. Empezó a trabajar para una empresa de seguridad y así montó numerosas instalaciones. Pero a principios del pasado junio decidió abandonar la vivienda, ya que se preparaba para volver a España en los días posteriores.

El 5 de junio, acompañado del colombiano Carlos Ayala, se dirigió a una vivienda de Mulier Road, probablemente con intención de pernoctar en la misma. Nada más entrar en el portal, ambos fueron asesinados a cuchilladas por varios individuos que cayeron sobre ellos por sorpresa. Al parecer, Rubén conocía a Ayala porque éste le había proporcionado varios encargos de trabajo.

Emilia Rodríguez Fuente, la hermana azafata del fallecido, colaboró desde el primer momento con la policía británica para intentar aclarar las oscuras circunstancias del asesinato. Gracias a eso, la familia del ingeniero leonés conocía que la policía tenía una buena pista sobre los autores del crimen.

Pero la familia recibió un terrible mazazo cuando el pasado 8 de julio vio en un telediario la imagen de Rubén acompañando una información sobre la detención en Madrid de tres hombres y una mujer – todos de nacionalidad colom – biana – de los que se decía que eran atracadores de joyerías y que habían asesinado en Londres a dos de sus compinches durante un ajuste de cuentas por el reparto de un botín. Uno de esos supuestos “compinches” era Rubén Rodríguez, según la televisión, que citaba una nota oficial de la policía. La familia de Rubén no podía dar crédito a lo que escuchaba. No era posible que él fuera compinche de ninguna banda ni que hubiera mantenido ninguna disputa por el reparto de unas joyas.

Los Rodríguez lograron que el responsable de la investigación en Inglaterra les diera el pasado 11 de julio un certificado diciendo que Rubén era “una víctima inocente de un horrible crimen y no estaba involucrado en ninguna actividad criminal en el Reino Unido”.

La familia había ganado la batalla británica. Pero aún le faltaba mantener una dura pugna con la policía española hasta conseguir que el 24 de julio difundiera una nota en la que admitía que las autoridades británicas habían emitido una certificación en la que se desvincula a este ciudadano de la banda de peligrosos delincuentes" capturada a principios del pasado mes cerca de Torrelaguna (Madrid).

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