Piden seguir investigación puerto Ocós

La Prensa Gráfica, Mario Guevara, 31-07-2007

Un grupo de salvadoreños en ruta hacia Estados Unidos desapareció en marzo de 2006 tras dejar el puerto de Guatemala.

Dieciséis meses después de la misteriosa desaparición de su hermano, la ahuachapaneca Delmy Rosalba Ramírez aún lamenta no tener noticias sobre su paradero y resiente que nadie haya podido darles un alivio a sus penas.

Ramírez, de 33 años, es hermana de Óscar Armando Canizález, uno de los tripulantes de la lancha que supuestamente se hundió el 22 de marzo de 2006 en aguas mexicanas. Canizález y su esposa formaban parte de un grupo de 18 salvadoreños y tres guías guatemaltecos que ese día abordaron la embarcación en el puerto de Ocós, Guatemala.

La mujer manifiesta que Canizález y su cónyuge decidieron dejar a sus tres hijos menores de edad con sus ancianos padres en su ciudad natal y emprender la travesía rumbo al norte para darles una mejor vida.

Según la compatriota, ha tratado en varias ocasiones de indagar sobre el presunto naufragio, pero asegura que no ha recibido una respuesta satisfactoria de las autoridades ni salvadoreñas ni mexicanas.

Aunque no tiene pruebas fehacientes, ella cree que su hermano puede seguir con vida. Lo que le hace suponer eso son varias llamadas telefónicas que recibió a principios de este año. La primera desde México, exigiéndole dinero para pasar a su hermano a Estados Unidos, pero que cuando ella pidió hablar con él u otra prueba de que está con bien, le colgaron el teléfono.

En abril, fue su madre en El Salvador quien recibió una llamada en que le informaban que su hijo se encontraba en un centro de detenciones del Servicio de Inmigración estadounidense, pero después de eso no volvió a saber más nada de él.

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