La presión ciudadana logra que una niña ecuatoriana siga en Bélgica

El Periodico, SILVIA MARTÍNEZ, 31-07-2007

La presión popular y mediática de Bélgica consiguió ayer paralizar la expulsión de Ana Cajamarca y su hija Angélica, de 11 años, dos de los muchos inmigrantes ecuatorianos que viven en este pequeño país centroeuropeo en situación irregular.
El tribunal de Primera Instancia accedió ayer tarde a la petición de “liberación inmediata” de madre e hija cursada por sus abogados, que invocaron malos tratos en el traslado hacia el aeropuerto. La niña habla mejor el francés que el español y escribió una carta conmovedora en ese idioma a los medios belgas la semana pasada.
Según explicó su abogada a la prensa belga, Selma Benjelifa, un médico y el cónsul de Ecuador pudieron visitar a Ana y Angélica a mediodía de ayer. Durante el encuentro observaron golpes en las rodillas y tórax de Ana así como marcas en muñecas y tobillos.

JUSTICIAPIDA A
raíz de estas novedades, decidieron actuar ante el tribunal de justicia que ordenó a la oficina de extranjería paralizar los trámites de expulsión que a media tarde de ayer ya habían iniciado con su traslado al aeropuerto holandés de Schiphol para repatriarlas a Quito (Ecuador).
Ana y Angélica, que llevan cuatro años viviendo en Bélgica, fueron detenidas por la policía el pasado 30 de junio en una parada de autobús de Dilbeek, una localidad cercana a Bruselas. Un habitante del municipio denunció lo que le pareció “dos gitanas” que supuestamente iban a “robar”. Las autoridades las trasladaron entonces a un centro para inmigrantes sin papeles, donde estuvieron hasta ayer.
Los informes psicológicos elaborados sobre la salud mental de Angélica determinaron la existencia de mucha presión, tristeza y ansiedad, cuya revelación a la opinión pública aumentó la indignación en Bélgica y en el exterior. Por ejemplo, la esposa del presidente de Ecuador, Rafael Correa, originaria de Bélgica, aseguró sentirse avergonzada de ser belga. “Estamos indignados de que se utilice a un niño perfectamente regularizable, vistos los proyectos de matrimonio de la madre con un ciudadano belga”, advirtió ayer la Liga de Familias.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)