Un drama que no respeta fronteras

El Universal, Michelle Gama, 29-07-2007

¿Cómo provocar una reflexión en los jóvenes acerca de la situación de los inmigrantes ilegales en Estados Unidos? Para Silvia Dubovoy, la literatura puede ofrecer un primer acercamiento. En su nuevo libro, Ecos del desierto, narra la situación del personaje de Miguel, un joven de Cuicatlán, Oaxaca, que se aventura a cruzar la frontera.

El tema es considerado por su autora como apasionante y muy actual, aunque afirma que su investigación empezó antes de que se anunciara la construcción del muro.

Su investigación fue larga y cuidadosa: desde que ideó la el proyecto hasta ver el libro impreso transcurrieron tres años.

La autora explica que es la primera vez que escribe para jóvenes, ya que en el pasado sus historias habían estado siempre enfocadas a niños mucho más pequeños.

“Esta idea surgió de viajar por los pueblos de México. Viví un tiempo con una persona en un poblado en el que ya no había hombres y el tema me llamó la atención y me fui adentrando en él”.

“Conocí a tres chavos que regresaron de Estados Unidos y platicando con ellos me fui empapando del tema y cada vez me apasionó más, al punto de irme con ellos y con sus familias durante una semana, para realizar entrevistas.”

El personaje principal, que cruza la frontera, parte de las experiencias de estos tres inmigrantes, de sus viajes y de sus vicisitudes.

Uno de los aspectos más importantes sobre el personaje de Miguel es, según Dubovoy, el hecho de que no se avergüenza de su origen. “La nostalgia del personaje refleja el concepto de hogar que tanto necesitan los jóvenes en la actualidad y que en México todavía se mantiene”.

Silvia Dubovoy tiene una larga trayectoria en el estudio y aplicación del fomento a la lectura en la Secretaría de Educación Pública, por lo que en su proceso creativo están siempre insertas una serie de estrategias para atrapar a su lector.

En este caso, utiliza el género epistolar para atraer a los jóvenes lectores a una lectura tanto ágil como fluida. Las cartas están dirigidas a Tlaladi Vi, el espirítu del viento que acompaña a Miguel en el transcurso de la historia y que en cierto momento lo abandona, suceso que representa para la autora la madurez del personaje.

“Este tipo de historias, dirigidas a un público joven, pueden convertirse en una plataforma para que se apasionen por la lectura. El libro indicado para el joven indicado en el momento indicado.”

Las ilustraciones, creadas por René Almanza, no están infantilizadas, son duras y muestran la situación real por la que pasan estos jóvenes migrantes.

Para finalizar, la escritora Silvia Dubovoy comenta que uno de sus objetivos fue el de plantear temas que interesan a la juventud, como la búsqueda por la identidad y la necesidad de pertenecer.

Ecos del desierto pertenece a la colección A la orilla del viento del Fondo de Cultura Económica.

¿Cómo provocar una reflexión en los jóvenes acerca de la situación de los inmigrantes ilegales en Estados Unidos? Para Silvia Dubovoy, la literatura puede ofrecer un primer acercamiento. En su nuevo libro, Ecos del desierto, narra la situación del personaje de Miguel, un joven de Cuicatlán, Oaxaca, que se aventura a cruzar la frontera.

El tema es considerado por su autora como apasionante y muy actual, aunque afirma que su investigación empezó antes de que se anunciara la construcción del muro.

Su investigación fue larga y cuidadosa: desde que ideó la el proyecto hasta ver el libro impreso transcurrieron tres años.

La autora explica que es la primera vez que escribe para jóvenes, ya que en el pasado sus historias habían estado siempre enfocadas a niños mucho más pequeños.

“Esta idea surgió de viajar por los pueblos de México. Viví un tiempo con una persona en un poblado en el que ya no había hombres y el tema me llamó la atención y me fui adentrando en él”.

“Conocí a tres chavos que regresaron de Estados Unidos y platicando con ellos me fui empapando del tema y cada vez me apasionó más, al punto de irme con ellos y con sus familias durante una semana, para realizar entrevistas.”

El personaje principal, que cruza la frontera, parte de las experiencias de estos tres inmigrantes, de sus viajes y de sus vicisitudes.

Uno de los aspectos más importantes sobre el personaje de Miguel es, según Dubovoy, el hecho de que no se avergüenza de su origen. “La nostalgia del personaje refleja el concepto de hogar que tanto necesitan los jóvenes en la actualidad y que en México todavía se mantiene”.

Silvia Dubovoy tiene una larga trayectoria en el estudio y aplicación del fomento a la lectura en la Secretaría de Educación Pública, por lo que en su proceso creativo están siempre insertas una serie de estrategias para atrapar a su lector.

En este caso, utiliza el género epistolar para atraer a los jóvenes lectores a una lectura tanto ágil como fluida. Las cartas están dirigidas a Tlaladi Vi, el espirítu del viento que acompaña a Miguel en el transcurso de la historia y que en cierto momento lo abandona, suceso que representa para la autora la madurez del personaje.

“Este tipo de historias, dirigidas a un público joven, pueden convertirse en una plataforma para que se apasionen por la lectura. El libro indicado para el joven indicado en el momento indicado.”

Las ilustraciones, creadas por René Almanza, no están infantilizadas, son duras y muestran la situación real por la que pasan estos jóvenes migrantes.

Para finalizar, la escritora Silvia Dubovoy comenta que uno de sus objetivos fue el de plantear temas que interesan a la juventud, como la búsqueda por la identidad y la necesidad de pertenecer.

Ecos del desierto pertenece a la colección A la orilla del viento del Fondo de Cultura Económica.

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